sábado, 25 de marzo de 2017

A la salida del bucle...


El flamante, recién estrenado en el cargo, Jefe de Prensa júnior del club, Alex Moran comenzó su primera comparecencia ante los medios:

"Tal y como mencionaba el Mister Jonás Marsá hace unas semanas, el equipo para finalizar la primera vuelta del campeonato y entrar en la segunda entraba en un curioso recorrido. Tras enfrentarse a los directos rivales por el título, seguidos y alternos en casa y fuera, se debía medir, curiosamente, a los dos equipos más débiles del grupo. Primero y para terminar la primera vuelta visitándoles en sus campos y luego empezando la segunda les recibía en el Coliseum. Es lo que llamó, con esa habilidad literaria que empieza a caracterizarle, como "el bucle"."

Carraspeó un poco, y aclarándose el mañanero gaznate con lo que parecía un resto de cerveza prosiguió:

"Pues bien, como también advertía, era el momento ideal para hacer lo deberes y recuperar los puntos perdidos en el inicio de la temporada y algún traspiés sorprendente, "bromas del motor del juego" que cantan los Dragones cuando arrecian las críticas contra "las hordas suecas" desde el fondo norte, y tratar el asalto al liderazgo.

Como empieza también a ser ya marca de la casa, dicho y hecho: tras conseguir un positivo empate en casa del difícil Athletic y cosechar una triste y penosa mínima derrota ante el líder en casa por un error de órdenes de juego, como era de esperar a continuación se cosecharon cuatro victorias fáciles ante los colistas. Con lo que en estos momentos el equipo se planta por fin en el primer puesto de la tabla. Y en el puesto 3585 de la clasificación total, cerca del mejor puesto en el 3346 de hace un par de temporadas. Y a un paso de liderar también la clasificación entre los managers que comenzaron su andadura en el mismo momento."

Con una mirada tensa, no se sabe si producto de la intensidad del asunto o de la dura resaca, continuó:

"Es cierto que la derrota del líder Tronchatibias, en su visita al feudo del Athletic, ha sido una gran ayuda y que nosotros ya hemos sacado renta de los dos partidos más fáciles de la segunda vuelta, pero al menos dependemos de nosotros y el hecho de todo lo que queda sean finales ya estaba previsto. Lo importante es haber salido del "bucle" con el objetivo cumplido. Esperemos que esos tres puntos en casa ante Tronchatibias no nos pesen ni sean necesarios al final de temporada.

Por ello el partido de esta tarde, frente Trobchatibias en su casa es muy importante. La victoria nos distanciaría de ellos y es importante poner el resultado directo frente a ellos  nuestro favor. El otro escollo difícil llegará la semana que viene, contra Athletic. Pero el factor campo debe servirnos para volver a derrotarles. Con estos resultados el resto de la liga, aunque difícil e imprevisible, como ha venido demostrándose, podría ser el camino al anhelado título".

Tras una leve pausa para atusarse el enmarañado cabello y rascarse cierta indecorosa parte bajo el desastrado pantalón del chándal con el que duerme, concluyó:

 "Otros datos positivos de estas últimas jornadas son el despertar del capitán Molins, convertido en el máximo anotador del grupo, merced a su favorable racha, con sendos quattricks* frente a Corrales, y distanciado ya 5 goles respecto a sus rivales; los hattricks en amistosos tanto del veterano Danielsson que vuelve por sus fueros, como del joven canterano Flórez que por fin despunta; la consolidación de los nuevos tres mosqueteros; la posición del equipo como el máximo realizador y el menos batido del grupo; y la creciente euforia entre los seguidores y amigos del club por lo que supone este esfuerzo por encarrilar una temporada que empezó titubeante y con muchos problemas."

Y dicho esto, con un guiño de sus enrojecidos ojos y una extraña mueca de su cara de eterno adolescente en estado de pre-coma, giró cogiendo por la cintura a la universitaria-animadora-en bikini que le acompañaba y salió de la Sala con paso tambaleante...


(*) Término inventado sobre la marcha por el propio Moran, producto seguramente del exceso de alcohol y sustancias estupefacientes en la sangre, que premia la consecución de cuatro goles por un mismo jugador en un mismo partido.