Sorin
Bonte llegó al Club en la semana 12 de la temporada 47, la última de
la Dupla Gierada-Marsá, en el banquillo y en plena operación por
recuperar el control del medio campo.
En esa
misma temporada ascendían Pinilla y Aneiros, --Parra Ruiz había
ascendido al final de la temporada anterior--, quienes formarían la
inconstestable APP del centro del campo del Falkis de V división.
Junto a él se fichó al joven Siegfried Ludolfinger, quien es
todavía hoy el segundo jugador traspasado de mayor categoría y
rendimiento económico en la historia del Club, tras el mito
Emmanuelle Brunelle.
El
Equipo llevaba cinco temporadas en VI sufriendo por mantener la
categoría y con resultados mediocres. La línea medular en ese
momento la formaban los ya veteranos, aunque incombustibles, Gilbert,
Fortuny y Winifredo, apoyados por Danielsson, Van Goethem, Robustiano
Tobía, jugador comodín típico de la cantera de Falkis, o incluso
esporádicamente los versátiles Lupaskho o Belankov, cuando no
ocupaban la defnsa. En la delantera alternaban los también
canteranos Molins, Gomila y Bernabeu y lap ortería estaba defendida
por Xorxe Agrasso quien había sido fichado tambien en la temporada
46.
Debutó
a las pocas horas del fichaje, lo que confirma la importancia del traspaso, con unas estimables 7,5 estrellas y
cobrándose su primer tarjeta amarilla. Se convirtió de inmediato en
el número de la media, tras el Maestro Gilbert. Y fue el anfitrión en la posterior
llegada de los galácticos Woon Shun Ann, Gangneux, Scholz o
Ramette ante la inmeinente retirada de los míticos Tres Mosqueteros.
Esa
temporada 47 el Club descendió a VII Pero sólo para coger impulso necesario,
en parte gracias a Bonte y su refuerzo a la hora de dominar el balón
y distribuir juego, para ascender en la temporada 48 con resultados
récord como los 40 puntos, (alcanzados sólo otra vez más en la
mítica T22), producto de las increíbles 13 victorias y sólo 1 empate, o
los 71 goles anotados, (72 en la T22).
A
partir de ese momento el Equipo dio un salto definitivo y encarriló
tres temporadas entre los tres primeros de su grupo de VI, hasta que en la temporada
52, como todo fanático del equipo de los Dragones sabe, se consiguió
el ascenso a V división.
Durante
estas 9 temporadas Bonte ha sido una de las estrellas del Equipo y ha
conseguido con el Club los máximos logros. Llegando hasta las 9* en
varias ocasiones. En la faceta goleadora su habilidad a balón parado,
aun no siendo un especialista puro, le ha servido para llegar a los
21 goles repartidos en 11 en Liga, 5 en Copa y otros 5 en amistosos,
consiguiendo el gol 250 en Copa.
Se
caracterizó siempre por su visión de la jugada sobre todo en
ataque, convirtiéndose en el “asistente” ideal de la tripleta
mágica que tantos goles le ha dado al Equipo. Entre sus referencias
siempre ha destacado a sus compatriotas Tunaru, Mitrache, pero sobre
todo a Nicolae Oprea y Antonio Moldovan, componentes de aquella
conexión rumana que tanta confusión fonética le causó a
Mazzola, que intentaba traer jugadores de la Ciudad Eterna, pero que también dio al Equipo las primeras grandes gestas.
Este
jugador de carácter agradable en el vestuario pero iracundo en el
campo, ha aprovechado las celebraciones de final de temporada para
anunciar su retirada mientras deshoja sus opciones, entre jugar sus
últimos partidos en alguna incipiente liga de un exótico país al
otro lado del mundo, o afincarse definitivamente en alguna tranquila
playa de la costa del Mar Negro, cerca de su Tulcea natal junto al
hermoso delta del Danubio.