La
verdad es que este Equipo siempre ha tenido una proyección más
ofensiva que defensiva. Especialmente desde que Gierada, un delantero,
tomó los mandos del equipo y lo apostó todo por un cantera de
goleadores.
En los inicios el también polaco Lemanski --quien sustituyera a Enrique del Valle en la dirección técnica del Equipo-- a pesar de lo efímero de
su mandato en el banquillo, lo dedicó a los porteros sacando a la
leyenda Brunelle y al americano inaudito Pringle.
Luego Mazzola fue acomodando el entrenamiento a las necesidades, pasando casi por cualquier posición, incluso un breve tiempo en la defensa.
Luego Mazzola fue acomodando el entrenamiento a las necesidades, pasando casi por cualquier posición, incluso un breve tiempo en la defensa.
El
inteligente Gierada, primero se centró en el medio campo con los
míticos Gilbert, Fortuny y Martinez Saenz, más Ruiz del Arco o
Cuéllar, para una vez afianzado a los mejores pasadores de la
historia, volcarse en los goleadores. Primero las dos Zetas:
Zubiaurre y Zuleta y el chico de oro Carlos Ríos y después los Gomila, Bernabeu y el actual
entrenador Molins.
Marsá,
también delantero y mito, completó el trabajo con ellos y luego
repitiendo esquema, volvió a la media con la “App”: Aneiros,
Parra y Pinilla, sin olvidar a Ludolfinger, por el que se consiguió
una buena trasnferencia. Y cuando los tuvo dominando los terrenos de
juego, y obligado por la competitividad de la V división, volvió a
su querencia natural sacando primero e la cantera a los Jares, Parfenie u Orge,
para acabar dando entrada a Rutherford, el inglés de los récords;
el eficaz Parias y finalmente Dintén, el chico maravilla.
Con
todo ello, la defensa siempre ha sido esa posición que había que
rellenar con fichajes externos ante al imposibilidad de trabajar a los
excelentes canteranos que aparecieron esporádicamente. Ello
permitió a la afición disfrutar de grandes defensores venidos de
fuera como los inseparables Bodale y Guardia, los impronunciables
Kivi, Niznikowski, o Kosinski, y la pareja que vino del frío:
Lupaskho y Belankov.
Después
llegaron los galácticos: El portero Hajibadi; Woon Sun An, el
primer internacional del Equipo y el exótico Chaturvedi. Junto al
fiable Engler, el polifacético alemán Immerzeel o el certero Iklil Majidi.
En las
temporadas en V, la necesidad de refuerzo era tal que el Míster Marsá
quemaba todos sus cartuchos para rascar algún fichje de renombre y
de mayor coste: Jagoda, Ostengo, Alejandro César y recientemente en
VI, con el título al alcance de la mano, el fichaje récord:
Camporesse.
A partir de ahí, la voracidad empresarial del
propietario marcó una nueva pauta:
bueno, viejito y sobre todo barato.
Cuanto más barato mejor...
bueno, viejito y sobre todo barato.
Cuanto más barato mejor...
Marsá
y su equipo técncio afilaron su ingenio y su agudeza visual y
rastrearon el mercado encontrando pepitas, ya bien entradas en la
treintena, que nadie parecía apreciar. Llegaron los Kida, Olek,
Penha, Navarro, Lubecki –el jugador de los 1.000 euros– y más
recientemente Salas Guzmán, Vayer o Soneca, además de algunos
porteros como Oláh, Marquitos o Jiaminj.
Esta
estrategia tuvo brillantes resultados, pero resultó
ciertamente efímera: la veteranía y el esfuerzo exigido en la lucha
por la permanencia en V y el posterior intento de retorno a esa
legendaria división, pasaron factura en forma de graves lesiones en
algunos casos y en el agtamiento final en el resto.
El resultado en ambos caso era el mismo: la retirada.
El resultado en ambos caso era el mismo: la retirada.
***
Precisamente
finalizando esta temporada han sido dos notables y veteranos defensores quienes
terminaban su carrera:
El jugador de Cracovia, Wojciech Olek y el aragonés Alejandro César.
El jugador de Cracovia, Wojciech Olek y el aragonés Alejandro César.
El
primero se retira con 42 años. Carismático, tranquilo y justo, llegó
recién descendido el Equipo a VI en la T59 proveniente, desde uno de los
3 equipos polacos por los que había pasado.
Alcanzó
una mejor actuacion de 6* como Defensa Central contra Zaragoza en el
último partido de la T-60, con empate final.
Compartió zaga con sus coetáneos Penha, Navarro y Marquitos...
Olek ha
totalizado 51 partidos jugados todos en torno a las 5* y su temporada
más completa fue la T61 en la que juega 12 partidos.
Su
precio de fichaje es todo un ejemplo del trabajo del Staff: sólo
2.000 euros.
El Propietario loconsidera "uno de los mejores fichajes de la historia del Club".
El Propietario loconsidera "uno de los mejores fichajes de la historia del Club".
Por su parte Alejandro César es uno de los fichajes hispanos que hicieron mella en la aficion, como si se tratara de canteranos.
Su
grandeza era comparable al coste de su fichje:1.013.000 euros.
Llegó
con apenas 32 años en la T54, la segunda temporada del Equipo en V
intentando evitar la Promoción.
El esfuerzo en fichajes, junto a Ostengo, Jagoda e Immerzeel dió su resultado y en la siguiente T55 se alcanzó el 2º puesto, nada menos, con algunas jornadas incluso en el liderazgo del Grupo.
César brilló de manera especial, como casi todo el Equipo, que tan sólo alineó en Liga a 13 jugadores en toda la temporada. El éxito se prolonga en la temporada siguiente, T56, en que el Equipo llegaría a una media de más de 7*.
El esfuerzo en fichajes, junto a Ostengo, Jagoda e Immerzeel dió su resultado y en la siguiente T55 se alcanzó el 2º puesto, nada menos, con algunas jornadas incluso en el liderazgo del Grupo.
César brilló de manera especial, como casi todo el Equipo, que tan sólo alineó en Liga a 13 jugadores en toda la temporada. El éxito se prolonga en la temporada siguiente, T56, en que el Equipo llegaría a una media de más de 7*.
Por su
parte el jugador aragonés alcanza nada menos que las 7,5* como
central.
Ha disputado nada menos que 120 partidos y se retira por una grave lesión con más de cuarenta años.
Ha disputado nada menos que 120 partidos y se retira por una grave lesión con más de cuarenta años.
Buen lanzador a balon parado, como goelador consiguió 1 HT en Copa, con dos penalties. Llegó a los 30 goles con el equipo, siendo el relevo de los grandes espacilistas como Majidi y luego Navarro y Salas Guzman.
Compartió
línea defensiva con otros grandes jugadores de la historia del Club
como Neufus, Engler, Chaturvedi y luego con la segunda hornada de
defensores como Majidi o Kida u Olek. Una lesión en la T58 y otra en
la T60 condicionaron su permanencia coincidiendo con la llegada de
Navarro, Penha y posteriormente Salas. Consigue recuperarse y es
capaz de volver en la T61 convertido en el perfecto comodín de la
zaga.
Finalmente
esta misma temporada sufre la lesión que le aparta definitivamente del juego.