El
Míster Jonás Marsá compareció después de muchas jornadas ante la
prensa en el Coliseum, tras la segunda victoria de la temporada, con
ánimo de callar bocas y cerrar heridas.
“Durante
muchas jornadas hemos estado escuchando todo tipo de críticas.
Aunque es cierto que la trayectoria del Equipo dista mucho de lo
esperado, los ataques a los jugadores, a su edad, a su esfuerzo y las
exigencias de renovación, no son justas”, comenzó, cargando
la gravedad en la última frase.
“Es
cierto que tenemos una plantilla mayor, pero también que cuenta con
una experiencia enorme. Pero es la que nos ha traído hasta aquí. Y
lo más importante la que nos ha mantenido durante esta últimas
cinco temporadas en V división. Incluso haciéndonos soñar con el
título, cuando nadie podría haber siquiera pensado con esa
posibilidad. Y eso es impagable,” de nuevo recalcó la última
afirmación con su penetrante mirada.
“Pero
no he venido hoy a criticar o a excusarme, sino a dar explicaciones.
Al Equipo no hay que defenderlo. Se bastan ellos solos con jugar como
juegan. Pero al cuerpo técnico le han caído muchos palos. Y creo
que merecen otro trato porque no han hecho otra cosa que seguir mis
órdenes y de trabajar tan duro como cualquiera en este Club.
Es
cierto, la plantilla se ha estancado. Muchos exigen fichajes,
cambios, etc. Pero creo, y es mi responsabilidad como DT, que no
merecía la pena seguir tapando huecos y poniendo parches, era mejor
plantear un proyecto a futuro.
Ya
somos equipo de V: Hemos ido al circo, hemos estado en la marionetas
y hemos visto los hilos”.
En
apenas unos minutos había captado toda la atención de la sala y su
poder de seducción y sus acertadas palabras cautivaban a todos los
presentes. Incluidos los más críticos.
“No hay duda, la estrategia de analizar al contrario y jugar en función de
sus puntos débiles se ha agotado. La hemos exprimido. Y el ser un
equipo con un potente medio campo y capacidad camaleónica para
cambiar de táctica, ya no son suficientes. Mea culpa.”
Su
intencionada ausencia del uso del plural eran la mejor rúbrica:
hablaba Jonás Marsá. El Jugador, el goleador, el capitán. La leyenda.
“Por
ello creo que ha llegado el momento de cambiar algunas cosas, algunos
criterios y de cambiar objetivos. Ya sé que a los ojos de algunos no
serán suficientes, ni será acertado. Pero creo que es lo mejor. Y
como siempre he hecho, será lo que ponga en marcha. Es mi
responsabilidad y es mi apuesta. Siempre ha sido así en esta casa
desde los tiempos de Enrique del Valle y hasta ahora la independencia
de los entrenadores nos ha llevado hasta donde estamos.”
En la
sala el respetuoso silencio se convirtió en esperanzadora
expectación y muchas cabezas asintieron recordando a los cuatro
entrenadores anteriores.
“Este
periodo de limitar fichajes y sobre todo de mantenernos en esta
difícil y exclusiva categoría nos han reportado buenos fondos para
acometer una reestructuración de la plantilla. El gran trabajo con
los juveniles nos está trayendo, desde hace temporadas, buenas
mimbres para el primer equipo. Y la versatilidad de la plantilla nos
permite saltar entre muchos tipos de táctica y formaciones.
Este
partido de hoy nos ha demostrado a todos, incluidos los más
críticos, que siendo fieles a nuestro ADN, jugando con nuestro
propio estilo, podemos hacer frente a muchso rivales y seguir
sorprendiendo.
Vamos
a seguir luchando hasta el último minuto por mantenernos en V
división. Que nadie lo ponga en duda. No va ser fácil. La veteranía
y la exigencia máxima de esta división, nos están empezando a
pasar factura y de manera cruel. Tres jornadas, tres lesiones serias:
Primero el lanzador a balón parado Majidi, luego el capitán Molins
y finalmente el máximo goleador del equipo, Bernabeu. Esto trastoca
los planes, pero también nos permite dar un golpe de timón y
apuntar otras opciones.
Pero
no nos vamos a volver locos. Regresar a VI puede ser muy conveniente
para poder completar el entrenamiento de los jóvenes y recuperar la
libertad de jugar como creemos y como sabemos.”
Los
bolígrafos echaban humo sobre las libretas de los periodistas.
“Sólo
queda agradecer a la afición su constante apoyo y comprensión.
Y
a todos los trabajadores del Club su enorme esfuerzo y serio trabajo.
Con todo ello jamás podrá nadie decir que hemos fracasado.”