Raül Gomila llegó al Colegio de las reverendas Madres Clarisas de la Caridad con apenas 15 años procedente del Colegio Padre Mañanet de Barcelona.
Su enorme tamaño, incluso a esa edad, no era el mejor
camuflaje para pasar desapercibido siendo “el nuevo”. Pero su
afable manera de ser conseguía darle la vuelta a los dardos
que le mandaban el resto de alumnos tratando de incomodarle, para acabar haciendo reir a
cualquiera. Una personalidad sobria, una mente equilibrada y sobre
todo su gran sentido de la justicia hicieron que pronto fuera el
defensor de todos y como no, el baluarte tras el que se protegía el Equipo.
Una graciosa anécdota
en el momento de su inscripción en el equipo juvenil trastocó la
tilde de su “u” en una diéresis que acentuaría su singularidad a
lo largo de toda su carrera.
Raül era así: nada le desquiciaba a todo le sacaba provecho. En su caso, nunca mejor dicho, “al mal tiempo, buena cara”. No en vano en los peores días de lluvia, frío, barro y viento era cuando mejor jugaba, cuando se encontraba “como pez en el agua” y cuando sacaba todo el potencial a su fortaleza física. (ver T56.Sexta victoria contra viento y marea en el Blog de Falkis).
Raül era así: nada le desquiciaba a todo le sacaba provecho. En su caso, nunca mejor dicho, “al mal tiempo, buena cara”. No en vano en los peores días de lluvia, frío, barro y viento era cuando mejor jugaba, cuando se encontraba “como pez en el agua” y cuando sacaba todo el potencial a su fortaleza física. (ver T56.Sexta victoria contra viento y marea en el Blog de Falkis).
En DaniFalkis no destacó
especialmente en la faceta goleadora, donde logró unos discretos 11
goles en 3 temporadas, eclipsado por jugadores como Mesías -- que es aún hoy en día
el segundo máximo goleador junto a Orge y tras Rutherford--. Pero su complexión fuerte y su caracter equilibrado, junto a su capacidad de liderazgo y cierta
habilidad a balón parado, llamaron la atención del Míster Gierada.
Ascendió a la primera
plantilla en la T39, con sólo 17 años, siendo el primero de los
tres delanteros que luego serían, junto al máximo goleador Bernabeu
y al eterno Capitán Molins, la delantera de la época dorada del Club. A su llegada compartió vestuario y
estuvo a la sombra de los tres primeros grandes delanteros
canteranos: Zubiaurre, Zuleta y el “jugador del millón y medio de
euros”, Carlos Ríos. Pero lejos de abandonarse ante la evidencia
tabajó duro y aprendió de los mejores, para cuando estos dejaron el
Club en las temporadas 46 y 47, aprovechar su oportunidad con un más
que consistente relevo.
Y tanto.
Su explosión en la T48 con el Pichichi compartido (en VII y logrando el ascenso a VI) con Danielsson con 16 goles que hasta ahora es el récord -- igualado posteriormente por el ya mítico Bernabeu un par de temporadas después -- más un nuevo Pichichi en solitario en la T51 (VI) con 10 goles y finalmente -- de nuevo con Bernabeu -- en la T53 (V) con 6 tantos su último trofeo de máximo goleador del Equipo, le han convertido en el momento de su retirada en el 2º Goleador histórico del Club, con nada menos que 105 goles (69 en liga + 17 en copa + 64 en amistosos, siendo líder absoluto en estos últimos).
Su explosión en la T48 con el Pichichi compartido (en VII y logrando el ascenso a VI) con Danielsson con 16 goles que hasta ahora es el récord -- igualado posteriormente por el ya mítico Bernabeu un par de temporadas después -- más un nuevo Pichichi en solitario en la T51 (VI) con 10 goles y finalmente -- de nuevo con Bernabeu -- en la T53 (V) con 6 tantos su último trofeo de máximo goleador del Equipo, le han convertido en el momento de su retirada en el 2º Goleador histórico del Club, con nada menos que 105 goles (69 en liga + 17 en copa + 64 en amistosos, siendo líder absoluto en estos últimos).
Otros hitos de su
carrera goleadora son los 2 Hattricks en liga (uno con 5 goles!!!
siendo el récord del Equipo nunca igualado hasta la fecha), 1 Ht en
Copa y 2 Ht en amistoso (1 con 4 goles). También fue el primero en
llegar a 60 goles en amistosos.
Como detalle en la
historia más emotiva del Club, señalar que marcó el primer gol, el
empate a 1, en el partido de ascenso a V...
Pero sin duda el gran
hito de su carrera, el hecho que le pone en mayúsculas en la historia del Club son
esas 12,5 estrellas, ¡¡¡ récord del Club!!! en un partido de lluvia,
como no, al final de la T48, en un amistoso. Su momento más
brillante en esas temporadas irrepetibles en que era habitual que
superara las 10 estrellas y que figurara constantemente entre los
primeros de la tabla pichichis o el equipo de la jornada.
Finalmente no en vano
logró el MVP en la T49, muy merecidamente.
Desde el descenso a VI,
se venía rumoreando su posible salida del Equipo. El Presidente
quería hacer caja de cara a la siguiente temporada para buscar
refuerzos e intentar el ansiado regreso a la V y Raül era la opción
más clara. Por otro lado nunca tuvo reparos en finalizar su carrera
en otro Club, si con ello ayudaba al Equipo de su vida, pero las
reticencias del sabio Entrenador Marsá que quería incorporarlo a su
equipo de entrenadores, fueron retrasando el momento.
Finalmente ha sido una
grave lesión en su maltrecha espalda la que dada su edad recomienda su
retirada al staff del Club y al Salón de la Fama Virtual.
En su
último partido, amistoso contra un equipo polaco, vivió momentos
trascendentes y opuestos como la anotación en el minuto 10 de su gol 150, su
último gol, y la grave lesión, como consecuencia de una fea y
desproporcionada entrada del inexperto y descerebrado centrocampista rival Jannik
Krogsgaard.
Tras
321 partidos en el Club y siendo el jugador más veterano de la
plantilla en activo, decidió colgar las botas la semana pasada, siendo uno de los más
queridos por los Dragones y un auténtico luchador que supo imponer
su físico en todas las ocasiones y ante todos los elementos.
Su gran experiencia y
sus dotes de liderazgo le convirtieron en el tercer
capitán y ahora en un fichaje impagable para el cuerpo técnico.
A
lo largo de su larga carrera se ha ganado muchos adjetivos: incisivo,
solvente, fiable, contundente, trabajador, constante, etc. Pero sin
duda lo que mejor le define son su consistencia y su regularidad.
Ha
sido el faro que siempre ha guiado al equipo en los peores momentos,
contra viento y marea.
El auténtico Coloso de... Falkis.