“Hoy
Falkis ha dado el gran paso... pero para mí ha sido una pasada...”
Y
el Propietario ha roto a llorar como una Magdalena en la sala de
Prensa delante de cientos de periodistas, decenas de emisoras de
televisión y a través del video marcador de 6 pantallas Diamond
Vision y de la inmensa pantalla de 4200 pulgadas instalada para este
gran partido final de liga en la fachada del Coliseum, ante más de
doscientos mil de aficionados.
El
equipo ha afrontado las últimas tres jornadas con el reto de lograr
la permanencia, el 4º puesto e igualar el mejor resultado obtenido
en dos ocasiones. En el primer partido ante el inalcanzable Líder
Grobateam el coraje y el pundonor de los jugadores, a pesar de la
lesión de Danielsson, convertido en el jugador franquicia, arañó un
empate único en toda la trayectoria del rival esta temporada.
Este
resultado espoleó al equipo y gracias a las rápidas gestiones del
entrenador Marsá, se llenó el hueco en el medio campo con tres
valiosísimos jugadores: el galo olivier Gangneux, el eslovaco Mladen
Scholz y el jugador de Singapur Woon Shun An, primer jugador
internacional que recala en el club, (1 partido con su selección,
otro con las sub-20 y 2 partidos más en la Hattrick Masters).
En
el siguiente reto ante Tárragas, rival directo para en la lucha por
el tercer puesto el equipo salió decidido a darlo todo y con el
excelente planteamiento del míster apostando por el clásico
mediocampo y delantera, pero con una defensa cerrada, se sacó el
triunfo a domicilio, por la mínima a pesar del pleno dominio durante
los 90 minutos. El penalty convertido por el recuperado in-extremis
Danielsson dio la razón al entrenador que apostó por el jugador
sueco a pesar de las dudas sobre su estado.
Con
esta victoria el equipo retomaba la tercera posición y dependía de
sí mismo para mantenerla, lo que se convirtió en un sueño en forma
d objetivo: la mejor clasificación del equipo jamás lograda.
Tárragas
se enfrentaba a los dificilísimos 11 Fantásticos en un partido
donde todo podía pasar. Y Falkis a su vez se enfrentaba en este
último partido a PCN que podía con la victoria arrebatarnos el
tercer puesto y salvarse de la promoción. A su vez Barrayar, segundo
clasificado con tres puntos de ventaja sobre Falkis, tenía que
recibir al inexpugnable e imbatido líder.
Con
estas, las miles de cábalas apuntaban a cualquier posibilidad y
cualquier resultado.
Jonás
Marsá, ídolo del vestuario, hombre con una personalidad cautivadora
y excelente estratega en el banquillo, trabajó toda la semana sobre
la moral del equipo, motivando a los jugadores y mostrándoles el
posible triunfo como una realidad asequible.
Antes
del partido, en el vestuario, lanzó su última charla animando a los
jugadores a dar lo mejor de sí mismos, a interpretar sus mejores
cualidades sobre el terreno de juego y sobre todo a no dudar de sus
posibilidades y sacar lo mejor de cada compañero:
“Nos
conocemos muy bien unos a otros. Mirad al compañero que tenéis al
lado. Sabéis perfectamente cual es su mejor habilidad, su mejor
jugada. Ahora salid al campo y jugad para que él pueda hacerla.”
Y
efectivamente el equipo salió a jugar como nunca lo había hecho consiguiendo unas
calificaciones nunca alcanzadas hasta ahora.
A los 7 minutos el “ratoncito” Bernabeu inventó un remate imposible de los que le gustan dentro del área sorprendiendo a todos y poniendo el 1-0 esperanzador.
Apenas
10 minutos después, el sueco Danielsson, tirando de galones,
transformaba magistralmente un golpe franco y empezaba a afianzar el
resultado.
En
el minuto 30' el veterano Lupashko, tras una esforzadísima carrera
desde la defensa acompañando una perfecta coreografía de pases y
paredes del medio campo, batía brillantemente al portero en el mano
a mano y daba el golpe definitivo al partido.
Un
minuto después, tras robar el balón del saque contrario, de nuevo
Danielsson, todo instinto asesino, remataba al rival con un bonito
amago y disparo colocado. Continuaba su recital.
Tras
el descanso, de nuevo Danielsson, como queriendo demostrar que la
lesión fue una de las grandes injusticias de la temporada,
sorprendió a la defensa con un inesperado desmarque y entraba con el
balón en la portería. Era su tercer Hattrick con el equipo en Liga
y sentenciaba la victoria.
En
los últimos minutos y fruto del esfuerzo del rival y del ambiente de
festejo que vivía el Coliseum, PCN marcó el gol del honor.
Con
este 5-1 el equipo lograba igualar en puntos a Barrayar y gracias al
golaverage, por tan sólo 1 gol de diferencia, ¡¡¡¡ le arrebataba
el segundo puesto final en la clasificación!!!!.
El
equipo pues alcanza la mejor clasificación en toda su historia. Hito
con un enrome valor por el esfuerzo de la plantilla y las sagacidad
del entrenador ya que el equipo es el último clasificado del grupo
tanto en calificaciones como en estrellas.
“
El secreto es el trabajo
duro y el sacar todo el partido a los mimbres de que se dispone. Es
la enseñanza que me dejó el Míster Gierada”.
Sentenció
humildemente Jonás Marsá.
“Y
por supuesto la convicción de todos y cada uno de los jugadores en
sus posibilidades”.