martes, 28 de agosto de 2018

Oláh y Cuéllar: dos despedidas distintas, pero muy parecidas.


Zoltán Oláh: el difícil papel del sustituto
 
Guardameta húngaro, reserva y a la sombra del gran Hajiabadi, que resolvió de manera brillante las difíciles sustituciones a las que se vio obligado.
 
Recaló en el equipo en la parte final de su carrera tras numerosos traspasos, en la temporada 55. Sumó un máximo de 6,5 * con notables actuaciones en la exigente VI división.
 
Hombre tranquilo, buen compañero y jugador limpio y honrado, conjugaba buenas habilidades en portería con grandes reflejos para las jugadas a balón parado. Fue una inestimable ayuda en estas tres temporadas en V.
 
Una fatídica lesión en su maltrecha rodilla derecha, ya muy castigada a lo largo de las últimas temporadas, le ha obligado a la retirada a sus 41 años. Su baja supone un duro golpe para el Equipo.

Víctor Cuéllar: el sacrificio del canterano

Canterano brillante, dispuesto y trabajador como pocos, ascendió al primer Equipo de la mano del Coach Gierada en la temporada 44. En el equipo juvenil destacó durante cuatro temporadas como centrocampista con cierta habilidad de cara a la portería y luciendo el brazalete de capitán.
 
Su ascenso coinicidió con la época álgida de los Tres Mosqueteros y los fichajes de grandes medios como Danielsson o Van Goethem, lo que le supuso una barrera para acceder al once titular. No obstante como hombre de la casa, supo encontrar su hueco y estar siempre dispuesto para suplir las carencias o necesidades del equipo, siendo un auténtico número 12 junto a Gasau, otro gran canterano y sin duda su gran compañero en la plantilla.
 
Esta situación acentuó su carácter arisco y sobre todo su tendencia a aprovecharse de cualquier resquicio en el campo para sacar ventaja aun fuera de las normas, y aprovechar las pocas oportunidades, de que disfrutaba para jugar, en ambos casos no por maldad, sino como medio de autoprotegerse y hacerse valer. Tanto Gierada primero como Marsá, después, confiaron en él como en un valor seguro en la recámara.
 
Jugador constante en las 5 o 6 estrellas alcanzó su máximo en las 7 estrellas en varias ocasiones.
 
Las llegadas de los galácticos, primero, y de la APP después, le cerró todas las puertas y le han obligado esta temporada a pedir el traspaso a los 32 años, para intentar cerrar su carrera con la aventura americana de la VI división argentina, donde la passión y la emossión arrastran a las multitudes en algo casi venerable y hasta religioso.

En el momento de su salida del club, por la importante cifra de 255.000 euros, – lo que le sitúa como el segundo centrocampista canterano más valorado tras Javier Rúiz del Arco –, era uno de los jugadores en activo con más temporadas en la primera plantilla tras Gomila, Bernabeu o Molins.

 El Míster Marsá ha comentado que, "a pesar de lo que pueda parecer por su falta de titularidades, era una pieza clave en el esquema del Equipo y va a ser un hueco difícil de ocupar. Pero por otro lado creo que se merece, tras tantas temporadas de sacrificio por el Equipo, disfrutar del innegable reconocimiento que va a adquirir en su nueva experiencia. Un ejemplo de lo que buscamos en la cantera de Falkis, sin duda".


Sven Danielsson: el cazador polar

Enredado el Equipo en este inusual y desastroso inicio de temporada, ha pasado desapercibido, ¿inadvertido?, el traspaso de uno de los grandes jugadores del Club, al que es justo rendir homenaje.
Se trata nada más y nada menos, que de Sven Danielsson, “el Cazador Polar”.
Un medio volante elegante y habilidoso, con una técnica a balón parado incomparable y una capacidad anotadora letal, y dotado de una versatilidad que le llevaban del mediocampo a la banda, pasando por cualquier puesto en la defensa. Con un fuerte carácter y una personalidad que no se arrugaba ante nadie y sobretodo capaz de todo por sacar ventaja, consiguió no obstante eludir las tarjetas y sanciones con gran facilidad a lo largo de su paso por el club. En el vestuario su carisma era el complemento ideal a su genialidad, lo que le hacía ser un referente para el resto de compañeros. Y en el campo era el perfecto segundo del Capitán.
Llegó al Club en la temporada 45 con el equipo intentando afianzarse en la VI división bajo los mandos de Gierada, junto al támden Lupashko-Belankov y el francés Matthieu Papin. Inmediatamente se convirtió en un fijo en la alineación medular aunque también contribuyó en la línea de defensa, siempre siendo el referente a balón parado por su habilidad y certeza. 

Fue el relevo natural del incomensurable Kosinski, para lo que tuvo que esforzarse duramente dada la calidad de la leyenda.
Esa misma temporada ayudó al Equipo a mantener la categoría en el partido de Promoción. 

Compartió titularidad con los Tres Mosqueteros, Gilbert-Winifredo-Fortuny. Posteriormente formó línea con el Holandés Van Goethem, también muy buen lanzador a BP y los Eznaurriaza y Bonte, hasta la llegada de los galácticos Woon Shun An, Gangneux o Mladen Scholz.
Su habilidad goleadora le hizo ser el máximo anotador del Equipo ya, en la siguiente temporada.
Vivió el descenso a VII finalmente en la temporada 47. Así como el inmediato y brillante ascenso a VI en la temporada siguiente, la T48, recodada por los múltiples récords que alcanzó el equipo.
Además ha sido el jugador que más goles ha marcado en Liga en una temporada, con 16 tantos, en la T48 en que se hizo con el Pichichi junto a Gomila. Una marca que sólo se igualaría dos temporadas después por Bernabeu, ya en VI división.
Sufrió una grave lesión en la temporada 49, cuando ya se le consideraba el “jugador franquicia” del Equipo, que le supuso empezar a ceder terreno a los jóvenes de la APP en el medio campo.
No obstante siguió siendo una pieza clave en la consecución del añorado título de VI y el ascenso gracias al partido de Promoción a V en la histórica T52. Su gol en aquel partido histórico, que supuso el 1-4 tras una escapada por la banda y un certero disparo a la escuadra contraria, ha quedado en la memoria de muchos aficionados, igual que su inmediato y elegante gesto de agradecimiento al Mister Marsá, que confió en él para tan importante partido por delante de otros galácticos. Su sacrificio en ese mismo partido colocándose en la defensa para cerrar el partido con el marcador controlado, es una muestra de que se trataba de un jugador de equipo como ningún otro: responsable y dispuesto a asumir las funciones que ayudaran más.
La llegada de Majidi en la temporada 53, como especialista en los lanzamientos a balón parado le relegó definitivamente al banquillo, donde gracias a su versatilidad fue una moneda de cambio idónea y constante ante cualquier eventualidad del partido.
Su elegancia en el toque de balón y su visión amplia del juego le ayudaron a ganarse el clamor del público con sus pases inesperados y certeros y sus goles oportunos y definitivos. 

Todo ello le dio el respeto de los aficionados y llegar a ser en su momento el líder en la venta de camisetas del club.
Su sintonía con el Capitán Molins le hizo durante las últimas temporadas, ser un pilar esencial en los planes del Míster Marsá cuando los partidos eran complicados o difíciles.

Entre la gran cantidad de anécdotas que jalonan su dilatada y brillante carrera con el Equipo, sólo recordar algunas:
Formó parte del impresionante once que en la temporada 54, en un partido de Copa sumó una media de más de 35 años, siendo uno de los hitos y logros más espectaculares del equipo. Además fueron capaces de ganar el partido a 120 minutos, nada menos.
Así mismo participó en el Equipo que obtuvo las 80 estrellas por primera vez en esa misma temporada.
Consiguió su primer Hattrick en liga, merced a... ¡ tres penalties ! En un mismo partido.
En el momento de su despedida del Club es el octavo máximo gloeador histórico del Equipo con 50 goles en Liga, 8 en Copa y 37 en amistosos, alcanzando la bonita cifra de 95 goles. En su palmarés 3 hattricks en Liga y 2 en amistosos. Es el tercero de los no delanteros, tras el mito Fortuny y su ídolo y referente kosinski, de quien se ha quedado a tan sólo 1 gol.


Su traspaso ha resultado una sorpresa para casi todos, ya que parecía evidente que su puesto estaba en el Club con el que ha triunfado en labores técnicas. No obstante parece que fue el propio Sven el que solicitó al entrenador Marsá, con quien le une una gran amistad, que facilitara su traspaso porque como el mismo dijo en su breve despedida:
Soy un jugador y amo mi profesión y vivo de marcar goles y facilitarlos. Y eso es lo que me hace feliz. Espero seguir haciéndolo mucho tiempo más, en mi nueva aventura brasileña. Y en las que puedan venir después.”


domingo, 19 de agosto de 2018

Temporada 56: Notas para un fin de temporada

Tras un periplo por diversos territorios más o menos desconocidos el propietario recaló brevemente en la sede del Club, lo justo para cambiar de equipaje, de vehículo y de acompañante, por una más joven, evidentemente.

Momento que aprovechó la Secretaria de Dirección Adjunta a la Presidencia y Gobernanta General para endosarle el portafirmas, que firmó, como siempre sin prestar mayor atención.
Entre los documentos que sólo Dios, y Gertrudis, saben que firmó, se encontraban los datos del fin de temporada 56. Por cierto la Temporada 41 del Club Falkis.
 
El equipo finaizó en 4ª posición, alcanzando una vez más la permanencia, en este caso directa, por cuarta vez consecutiva en V división. Y repitió los números de la temporada anterior con 8 victorias, un empate y 5 derrotas. En esta ocasión se anotaron 39 goles en liga, (si bien es cierto que los diez que superaban la cifra de la T55 son resultado de la incomparencia de un rival retirado a mitad de temporada), y encajó 23 en contra. Además se consiguieron otros 30 en amistosos y 24 en Copa.
 
El máximo goleador en total fue Raúl Gomila con 13 tantos, empatado con Bernabeu como pichichi en Liga con 7 siete, a los que añadió 4 en copa y otros 2 en amistosos.
 
El Hombre más brillante fue Mifer Pinilla, MVP de la temporada en difícil pugna con el delantero, ya que cosechó una media de 9,5 estrellas en los 12 partidos calificados, siendo además el mejor jugador en 8 de estos partidos y alcanzando el máximo de 10 estrellas en la jornada 5ª. Además entró en seis ocasiones en el exigente once del Equipo de la Jornada del Grupo.
Es de destacar la incorporación del defensa Alejandro César entre los cinco mejores jugadores del equipo alcanzando una media superior a las 7 estrellas, todo un hito en este equipo tan ofensivo.

En el cuadro de goleadores históricos sigue siendo el Ratoncito Bernabeu el máximo goleador con 129 goles.
Gomila y Molins superan también los 110 de Marsá y Fortuny.
Los máximos gleadores históricos por competición son: Gomila 45 en amistosos. Ratoncito con 19 en Copa y también en Liga donde qeuda a sólo 3 de los 76 de Marsá.


A pesar de no haber sido nuestra mejor temporada la incorporación de 37 nuevos socios coloca a Falkis como el 2º del Grupo en esta faceta, de manera algo sorprendente sin duda.

El equipo financiero informó que el superávit de la temporada ha alcanzado la cifra de 627.586 €.”