Zoltán
Oláh: el difícil papel del sustituto
Guardameta
húngaro, reserva y a la sombra del gran Hajiabadi, que resolvió de
manera brillante las difíciles sustituciones a las que se vio
obligado.
Recaló
en el equipo en la parte final de su carrera tras numerosos
traspasos, en la temporada 55. Sumó un máximo de 6,5 * con notables
actuaciones en la exigente VI división.
Hombre
tranquilo, buen compañero y jugador limpio y honrado, conjugaba
buenas habilidades en portería con grandes reflejos para las jugadas
a balón parado. Fue una inestimable ayuda en estas tres temporadas
en V.
Una
fatídica lesión en su maltrecha rodilla derecha, ya muy castigada a
lo largo de las últimas temporadas, le ha obligado a la retirada a
sus 41 años. Su baja supone un duro golpe para el Equipo.
Víctor
Cuéllar: el sacrificio del canterano
Canterano
brillante, dispuesto y trabajador como pocos, ascendió al primer
Equipo de la mano del Coach Gierada en la temporada 44. En el equipo
juvenil destacó durante cuatro temporadas como centrocampista con
cierta habilidad de cara a la portería y luciendo el brazalete de
capitán.
Su
ascenso coinicidió con la época álgida de los Tres Mosqueteros y
los fichajes de grandes medios como Danielsson o Van Goethem, lo que
le supuso una barrera para acceder al once titular. No obstante como
hombre de la casa, supo encontrar su hueco y estar siempre dispuesto
para suplir las carencias o necesidades del equipo, siendo un
auténtico número 12 junto a Gasau, otro gran canterano y sin duda
su gran compañero en la plantilla.
Esta
situación acentuó su carácter arisco y sobre todo su tendencia a
aprovecharse de cualquier resquicio en el campo para sacar ventaja
aun fuera de las normas, y aprovechar las pocas oportunidades, de que
disfrutaba para jugar, en ambos casos no por maldad, sino como medio
de autoprotegerse y hacerse valer. Tanto Gierada primero como Marsá,
después, confiaron en él como en un valor seguro en la recámara.
Jugador
constante en las 5 o 6 estrellas alcanzó su máximo en las 7
estrellas en varias ocasiones.
Las
llegadas de los galácticos, primero, y de la APP después, le cerró
todas las puertas y le han obligado esta temporada a pedir el
traspaso a los 32 años, para intentar cerrar su carrera con la
aventura americana de la VI división argentina, donde la passión
y la emossión arrastran a las multitudes en algo casi venerable
y hasta religioso.
En el
momento de su salida del club, por la importante cifra de 255.000
euros, – lo que le sitúa como el segundo centrocampista canterano
más valorado tras Javier Rúiz del Arco –, era uno de los
jugadores en activo con más temporadas en la primera plantilla tras
Gomila, Bernabeu o Molins.
El Míster Marsá ha comentado que, "a pesar de lo que pueda parecer por su falta de titularidades, era una pieza clave en el esquema del Equipo y va a ser un hueco difícil de ocupar. Pero por otro lado creo que se merece, tras tantas temporadas de sacrificio por el Equipo, disfrutar del innegable reconocimiento que va a adquirir en su nueva experiencia. Un ejemplo de lo que buscamos en la cantera de Falkis, sin duda".