“¡¡¡¡
Los aledaños del Coliseum son una fiesta !!!!”, comenzó
la corresponsal de Falkis.tv, Marien Elaire, tan pronto el productor
le hizo la señal que indicaba que estaban dentro,
que acababan de conectar con el informativo más importante de la
ciudad en directo.
“El
partido acaba de terminar y aunque dentro del Estadio nadie se ha
movido de su asiento, multitud de seguidores que se encontraban
siguiendo este definitivo partido de promoción en los bares y
viviendas cercanas, ya se han echado a la calle”.
El
ruido ensordecedor de las bocinas, el griterío de la aficionados y
hasta el clamor que salía del propio templo de Falkis, hacían ya
difícil la tarea de la comentarista.
“Hace
tan sólo cuatro semanas el Míster daba la cara en la reda de prensa
tras la tercera victoria en Liga, pero dejaba claro que la
permanencia era casi una quimera y que el Equipo ya se preparaba para
volver a VI división.”
El
plano se abrió para dejar ver a un invitado.
“Las
dos siguientes jornadas pusieron al Equipo a prueba ante rivales que
luchaban por el ascenso. Nos acompaña Alberto Manota, analista del
Club. ¿Qué sucedió en estas dos duras derrotas?”
“Buenas
tardes Marien”, comenzó, “es cierto, algunos quisieron
oir más allá de las palabras de Marsá, pero su declaracion era definitoria: era un
proyecto de futuro. Las siguientes semanas, fuera de casa y frente a
equipos muy difíciles hizo pruebas, rotaciones y experimentos,
Y
el resultado no fue bueno. Sendos 5-0. Qué decir... A pesar de que
en algún caso los marcadores eran exagerados reflejaban la
realidad: un equipo en reconstrucción. Tres ausencias por lesión
muy importantes obligaban a sacarse ases de la manga, pero en este
caso no los había. Y el Míster decidió buscar nuevas opciones: una
4-3-3 al contra ataque y una sorprendente 5-5-0 eran un grito de
coraje contra un muro inamovible. Y a veces los experimentos
fracasan.”
La
periodista retomó la palabra mientras el fondo de la imagen se llenaba de los colores verde, blanco y
verde y ondeaban multitud de banderas
de Falkis .
“Hay
quien dice que realmente Marsá no esperaba sacar ningún punto de
estos dos partidos...”
“Es
evidente”, continuó el
analista, “en condiciones normales eran dos derrotas
claras, desde el principio de la temporada, por eso no tenía nada
que perder. Y al mismo tiempo eran los partidos perfectos para hacer
rotaciones, subir la moral de algunos suplentes llamados a asumir la
responsabilidad del final de temporada y principalmente, una ocasión única
para rebajar la presión del Equipo durante dos semanas para afrontar
reforzados el último partido”.
Al
grupo se unió un nuevo comentarista, el legendario jugador Juan
Gilbert, que se rumorea que anunciará en breve su definitiva retirada
tras varias temporadas ejerciendo como veterano del Equipo.
“Juan,
como virtual segundo del Míster Marsá, ¿nos puedes comentar qué
hay de cierto en esto?”, preguntó la cronista.
“Buenas
tardes y felicidades a todos los seguidores de Falkis. Bueno, esto
quien puede contestarlo en el propio Jonás Marsá. Pero es cierto
que no vamos a descubrir ahora la calidad de este entrenador, su
inteligencia y su habilidad para gestionar cualquier circunstancia y
darle la vuelta, para convertirla en algo a favor. El resultado fue
que muchos críticos dieron por hecho el descenso y relajaron la
tensión contra el Equipo. Al mismo tiempo hubo jugadores a los que
se les pudo dar descanso y otros a los que se les pudieron dar
minutos para que alcanzaran su mejor momento, justo cuando el Equipo
los necesitaba.
Los resultados en esta liga tan difícil nos llevaron
a pesar de ambas derrotas a la última jornada dependiendo de
nosotros mismos y contra un rival muy similar y conocido. Y jugando
en casa. ¿Suerte, casualidad?... con Marsá a los mandos es difícil
creer en eso.”
Por
las puertas empezaba a salir la muchedumbre entre cánticos y
algarabía, mientras el himno de Falkis resonaba dentro de los muros.
“Juan,
cuéntanos esa última jornada. ¡Fue casi de infarto!”
“Pues
sí, Marien, la verdad es que era una apuesta a todo o nada y no
estaba nada claro. Las semanas anteriores hubo muchas dudas, muchas
opciones que se barajaron, pero al final como siempre fue el Míster
quien decidió. La recuperación del capitán Molins, la mejora de
jugadores clave como Kida, Ostengo, Jagoda; y por supuesto la
imaginación y la capacidad de análisis del Míster. Confió en
reforzar el ataque por las bandas, pero sobre todo en el santo y seña
de este equipo: dominar el balón.
Si
íbamos a perder que fuera haciendo lo que sabíamos hacer.”
“El
partido se mantuvo incierto en casi todo momento”, comento
la periodista.
“Sí,
y eso que empezamos con el Capitán Molins tirando de galones, como
siempre que las cosas se ponen feas, para hacer la primera ocasión
en el minuto 12. Lástima que fue al larguero”.
“¡Pero
hoy ha pasado lo mismo en el mismo minuto!”, le
interrumpió de nuevo.
“Sí,
es cierto. Quizás sea un buen presagio o una suerte de talismán. Lo
cierto es que eso asustó al rival y dobló los ánimos de nuestros
jugadores y Kida, resurgiendo al final de la temporada, después de
haber sido uno de los más criticados y dados por traspasados, jugó
su carta en una valiente subida al remate para poner en el 19' el
1-0. Encauzar el partido tan pronto era vital y el lo logró.
Después
Ostengo y Gasau dieron un nuevo susto al portero rival. Y finalmente, César
en el 25' ponía el 2-0 a base de clase y veteranía. Su regate al
portero será una de las escenas a recordar de esta temporada. Fíjate
que fueron precisamente dos defensas, la linea que más palos había
recibido, quienes pusieron al Equipo en franca ventaja.
A
partir de ahí el dominio del balón hizo que el tiempo corriera a
nuestro favor.
En
la segunda parte cuando las fuerzas empezaban a flaquear el rival
consiguió llegar y anotó. Era el riesgo que había que correr y es lo que hay. Pero el
Equipo se mantuvo firme y creyó en sí mismo y en el 73' Ostengo,
qué calidad la de este jugador al que también estaban enterrando
algunos, ponía el 3-1 que olía ya a victoria definitiva. El rival
apretó y consiguió recortar en el 79' pero ya sin tiempo. Nuestros
jugadores pusieron la calidad por delante y agotaron el tiempo sin
dar más opciones”
“Con
este resultado en el enfrentamiento directo el equipo salvó el
descenso directo. Todo un éxito. ¿O no?, Alberto”.
“Efectivamente,
muchos pensaron que era prolongar la gonía: un equipo veterano, que
ademas se había agotado en este partido, con lesiones y dudas, parecía carecer de opciones. De nuevo la desconfianza. No pintaba bien la verdad, pero es
cierto que la moral estaba por las nubes y la afición respondió
extraordinariamente llenando todos los entrenamientos de la semana y
arropando al Equipo. Y sobre todo, reventando el Coliseum hoy.”
“Y
por fin, aunque durante toda la temporada parecía imposible, la
tercera Promoción del Club”, dijo
la reportera, dirigiendo su mirada al veterano Gilbert.
“Sí,
sin duda, un momento que pareció inalcanzable para algunos. Pero con
el maestro al mando todo es posible. Un reto más. Y el equipo cerró
filas. Y de nuevo se puso a trabajar duro en todos los frentes: los
jugadores entrenando duro, los lesionados forzando la recuperación,
los técnicos analizando todas las opciones y posibilidades... Todo
para, una vez más, entregarse a la épica.”
“Que
parece ya casi una adicción...”, prosiguió
la periodista mientras daba paso a un exultante Ignacio Molins recién
salido del vestuario, mientras los aficionados llenaban ya
definitivamente los alrededores del set.
“Bueno,
es lo que tiene ser un Equipo modesto que aspira a todo cada día”,
dijo el recién llegado mientras
se abrazaba a su compañero Gilbert.
“Era
un partido muy difícil, pero teníamos claro que son estos momentos
por los que estamos en este gran Club. Somos profesionales y esto es
lo que más nos gusta.”
“¿Cómo
planteó el partido el Míster?.”
“Bueno”,
contestó el Capitán,
“siempre se hacen muchas cábalas sobre qué hará el Míster, que
si la chistera, que si la magia... pero al final todo es mucho más
fácil: sentido común y experiencia. Con las posibilidades que
teníamos, el tipo de rival y las circunstancias de un partido a vida
o muerte, no había muchas dudas. Sacar provecho de nuestros puntos fuertes y buscar las debilidades del rival. Ante su poderosa
delantera no podíamos hacer mucho sin debilitar nuestras opciones,
así que la consigna ha sido clara: reforzar la delantera todo lo
posible, aquí la recuperación del Ratoncito ha sido esencial, y
sobre todo dominar el balón y el juego. Marcar nuestro ritmo”.
“De
hecho, Marien fíjate que sólo se ha concedido una ocasión al
rival en los 90 minutos”, interrumpió
el estudioso.
“Efectivamente,
Alberto, pero ahí estaba el Tigre Persa, ¡qué estirada imposible
para sacar lo que parecía el 0-1!.
Pero
antes y nada más empezar, Ignacio, ¡una nueva ocasión tuya al
palo!. Esto ya empieza a ser una costumbre...”.
“Sí”,
dijo entre risas Molins, “¡Me
ha dado por pegarle al larguero!. Le he pedido al Jefe de mantenimiento
que lo suba unos centímetros. Bueno, bromas aparte es esencial en
estos partidos marcar la pauta cuanto antes, dar un susto y si entra
mejor que mejor”.
“Y
cuéntanos Juan, ¿cómo se ha retomado el partido tras estos dos
sustos de inicio, uno por cada lado?”.
“Hombre,
como bien ha dicho el capitán el equipo una vez más a pesar de las
críticas ha sido muy serio en el trabajo y muy constante con la
táctica del entrenador. Hemos monopolizado el balón y sin balón es
imposible que te marquen goles. Y en cambió si creas ocasiones, esta
noche hasta 8, alguna entra seguro, es cuestión de paciencia, la
palabra mágica del Míster”, concluyó
el veterano.
“Y
Parra hoy que se ha destapado. Vaya partido y con varias ocasiones y
el gol definitivo”, dijo la
presentadora pasando la palabra a Molins.
“Sí,
no hay que descubrir Horacio ahora. Lleva muchas temporadas siendo
una pieza clave y hoy la verdad es que se ha salido. Y ha sabido
estar en el sitio y rematar el trabajo de esta media que tenemos que
es un lujo. La mejor la Liga, sin duda. Pero ha sido un trabajo de
todos: Hajiabadi que cada día parece más ágil y más seguro; la
defensa ha estado fantástica, Kida en racha, César serio y con
calidad como siempre e Immerzeel sacrificado como ha hecho desde que
llegó al equipo; la contribución de Jagoda, que ha trabajado duro
para volver para este partido, en la media junto a Pinilla, qué
maestro, y Aneiros, qué facilidad para leer las jugadas; y delante
Bernabeu y Ostengo dos puñales que han agotado a la defensa
contraria y que han merecido conseguir el gol, sin duda”.
“Tras
el 1-0 en el 29' de Kida hemos vivido muchas ocasiones: dos de Parra,
una del Ratoncito en la segunda parte... Pero tú has protagonizado
dos situaciones curiosas: un penalty que el árbitro no ha pitado en
una jugada tuya en el área y finalmente ese patadón que has mandado
a la grada en el minuto 89. Cuéntanos qué ha pasado”,
preguntó la corresponsal al capitán.
“Bueno”,
dijo con una amplia sonrisa,”ya
sabes, en el área muchas veces es difícil evitar el contacto y las
jugadas son muy rápidas. Casi siempre es imposible ver qué paso o
que no pasó. La jugada había sido larga y había recortado a varios
rivales, pero en el último momento se me escapó la ocasión.
Y
en la jugada del final, bueno, creo que me ha podido la experiencia”,
rió de nuevo. “Sabía
que el tiempo se estaba agotando y que ya no tenía fuerzas para
regatear a los defensas, mis compañeros se habían quedado atrás y
estando tan sólo he decidido que lo mejor era intentar el imposible
con un tiro desde lejos, a sorprender. En el peor de los casos, si no me salía, el balón
acabaría en la grada, como ha sucedido y serían unos segundos
fundamentales para recuperar posiciones y dejar pasar el tiempo”.
“Sin
duda una demostración de la capacidad de nuestro invitado para
controlar el partido. Felicidades y enhorabuena por esta victoria y
por la permanencia, capitán”.
“Muchas
gracias a todos y especialmente a toda la afición, es un orgullo ver
el apoyo que nos han dado siempre y ver la enorme alegría que hemos
conseguido darles esta tarde. Un saludo a todos”, y
abrazando de nuevo a su compañero Gilbert, Molins abandonó la
imagen mientras la comentarista despedía la transmisión con las
imágenes de una fiesta que hace sólo una semanas, y en realidad
durante casi toda la temporada, parecía ciertamente inalcanzable.