Enredado
el Equipo en este inusual y desastroso inicio de temporada, ha pasado
desapercibido, ¿inadvertido?, el traspaso de uno de los grandes
jugadores del Club, al que es justo rendir homenaje.
Se
trata nada más y nada menos, que de Sven Danielsson, “el Cazador
Polar”.
Un
medio volante elegante y habilidoso, con una técnica a balón parado
incomparable y una capacidad anotadora letal, y dotado de una
versatilidad que le llevaban del mediocampo a la banda, pasando por
cualquier puesto en la defensa. Con un fuerte carácter y una
personalidad que no se arrugaba ante nadie y sobretodo capaz de todo
por sacar ventaja, consiguió no obstante eludir las tarjetas y
sanciones con gran facilidad a lo largo de su paso por el club. En el
vestuario su carisma era el complemento ideal a su genialidad, lo que
le hacía ser un referente para el resto de compañeros. Y en el
campo era el perfecto segundo del Capitán.
Llegó
al Club en la temporada 45 con el equipo intentando afianzarse en la
VI división bajo los mandos de Gierada, junto al támden
Lupashko-Belankov y el francés Matthieu Papin. Inmediatamente se
convirtió en un fijo en la alineación medular aunque también
contribuyó en la línea de defensa, siempre siendo el referente a
balón parado por su habilidad y certeza.
Fue el relevo natural del
incomensurable Kosinski, para lo que tuvo que esforzarse duramente
dada la calidad de la leyenda.
Esa
misma temporada ayudó al Equipo a mantener la categoría en el
partido de Promoción.
Compartió titularidad con los Tres
Mosqueteros, Gilbert-Winifredo-Fortuny. Posteriormente formó línea
con el Holandés Van Goethem, también muy buen lanzador a BP y los
Eznaurriaza y Bonte, hasta la llegada de los galácticos Woon Shun
An, Gangneux o Mladen Scholz.
Su
habilidad goleadora le hizo ser el máximo anotador del Equipo ya, en
la siguiente temporada.
Vivió
el descenso a VII finalmente en la temporada 47. Así como el
inmediato y brillante ascenso a VI en la temporada siguiente, la T48,
recodada por los múltiples récords que alcanzó el equipo.
Además
ha sido el jugador que más goles ha marcado en Liga en una
temporada, con 16 tantos, en la T48 en que se hizo con el Pichichi
junto a Gomila. Una marca que sólo se igualaría dos temporadas
después por Bernabeu, ya en VI división.
Sufrió
una grave lesión en la temporada 49, cuando ya se le consideraba el
“jugador franquicia” del Equipo, que le supuso empezar a ceder
terreno a los jóvenes de la APP en el medio campo.
No
obstante siguió siendo una pieza clave en la consecución del
añorado título de VI y el ascenso gracias al partido de Promoción
a V en la histórica T52. Su gol en aquel partido histórico, que
supuso el 1-4 tras una escapada por la banda y un certero disparo a
la escuadra contraria, ha quedado en la memoria de muchos aficionados,
igual que su inmediato y elegante gesto de agradecimiento al Mister
Marsá, que confió en él para tan importante partido por delante de
otros galácticos. Su sacrificio en ese mismo partido
colocándose en la defensa para cerrar el partido con el marcador
controlado, es una muestra de que se trataba de un jugador de equipo
como ningún otro: responsable y dispuesto a asumir las funciones que
ayudaran más.
La
llegada de Majidi en la temporada 53, como especialista en los
lanzamientos a balón parado le relegó definitivamente al banquillo,
donde gracias a su versatilidad fue una moneda de cambio idónea y
constante ante cualquier eventualidad del partido.
Su
elegancia en el toque de balón y su visión amplia del juego le
ayudaron a ganarse el clamor del público con sus pases inesperados y
certeros y sus goles oportunos y definitivos.
Todo ello le dio el
respeto de los aficionados y llegar a ser en su momento el líder en
la venta de camisetas del club.
Su
sintonía con el Capitán Molins le hizo durante las últimas
temporadas, ser un pilar esencial en los planes del Míster Marsá cuando
los partidos eran complicados o difíciles.
Entre
la gran cantidad de anécdotas que jalonan su dilatada y brillante
carrera con el Equipo, sólo recordar algunas:
Formó
parte del impresionante once que en la temporada 54, en un partido de
Copa sumó una media de más de 35 años, siendo uno de los hitos y
logros más espectaculares del equipo. Además fueron capaces de
ganar el partido a 120 minutos, nada menos.
Así
mismo participó en el Equipo que obtuvo las 80 estrellas por primera
vez en esa misma temporada.
Consiguió
su primer Hattrick en liga, merced a... ¡ tres penalties ! En un
mismo partido.
En el
momento de su despedida del Club es el octavo máximo gloeador
histórico del Equipo con 50 goles en Liga, 8 en Copa y 37 en
amistosos, alcanzando la bonita cifra de 95 goles. En su palmarés 3
hattricks en Liga y 2 en amistosos. Es el tercero de los no delanteros, tras el mito Fortuny y su ídolo y referente kosinski, de quien se ha quedado a tan sólo 1 gol.
Su
traspaso ha resultado una sorpresa para casi todos, ya que parecía
evidente que su puesto estaba en el Club con el que ha triunfado en
labores técnicas. No obstante parece que fue el propio Sven el que
solicitó al entrenador Marsá, con quien le une una gran amistad,
que facilitara su traspaso porque como el mismo dijo en su breve
despedida:
“Soy
un jugador y amo mi profesión y vivo de marcar goles y facilitarlos.
Y eso es lo que me hace feliz. Espero seguir haciéndolo mucho tiempo
más, en mi nueva aventura brasileña. Y en las que puedan venir
después.”
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