Tras
el cruel empate en los últimos minutos ante Tenecai en la jornada anterior, el equipo se
enfrentaba sumido en el penúltimo puesto y por tanto en el descenso
directo, al difícil equipo aragonés Baragua, líder apenas hace una
semana.
El
Míster Marsá había barajado diversas opciones, pero viendo el
tesón del equipo, la mejoría de los mediocampistas y la enorme
respuesta de la afición consideró de nuevo un valiente 3-5-2.
Con la
portería y defensas habituales, confió el mando del juego a la APP
con Gangneux y Woon Shun como apoyos desde la banda. Finalmente en la
delantera incluyó al Capitán Molins, que a suple con corazón su
mal momento físico por un Gomila casi exultante, en un gesto que
algunos consideraron fruto de la precipitación por entregar la
alineación. O quizás para tener un recambio que de verdad le diera
la vuelta al partido en caso necesario...
El
rival era un equipo que despliega la 2-5-3 habitual de este grupo y
esta división con una potente delantera tanto en el centro como en
las bandas, un kedio campo más que solvente incluyendo a esos
tremendos extremos de 8* que ni siquiera aportan al centro y una
defensa de 2 pero con gran consistencia.
Conclusión,
otro examen final...
Los
datos de inicio simplemente desalentadores: delantera contraria
dominando al 59% en el centro y 57% en banda y defensa central
igualando a nuestros delanteros.
Sólo
el mediocampo era para los jugadores del verde, blanco y oro. Pero
por un exiguo 53%.
El
partido comenzó con aspecto de enfrentamiento ajedrec´sto con leves
movimientos y mucha vigilancia.
En el
16' Neufus se dirigió a la esquina para lanzar un corner. Los
aficionados más atentos y observadores adivinaron apenas un sutil
guiño dirigido al segundo palo. El balón salió del pié del alemán
con una desconcertante parábola y de entre el barullo de jugadores
que luchaban por adivinar su destino, emergió con esa elegante
levedad el veterano Chaturvedi, para una vez más cabecear al
inalcanzable rincón de la portería. 1-0.
Su
gesto señalando al central lo decía todo...
En el
minuto 25 el siempre imaginativo y sorprendente Molins trazaba una
perfecta diagonal para desmarcarse y recibir el pase desde la
derecha. Con la confianza y el temple que le caracterizan engañó al
guardameta en su salida para anotar fácil el 2-0.
Su
mirada al banquillo dejaba adivinar muchas cosas...
Un
minuto más tarde Horacio Parra, de nuevo, cazaba por detrás a uno
de los centrocampista referencia del rival y se ganaba la amarilla.
El jugador víctima tenía que ser sustituido y su equipo acusaba el
cambio perdiendo varios puntos en la estadística de dominio. Falkis
ya subía al 56%.
Algunos
en la grada empezaban a pensar si esto era costumbre o
premeditación...
Fruto
de la confusión, en el 27, el equipo trenzaba una buena jugada que
era detenida con penalti.
Esta
vez Neufus no perdonaba y lo anotaba con solvencia. 3-0.
Muchos
suspiraron pensando en que Danielsson empezaba a tener relevo en
liga...
La
primera parte terminaba con dominio del mediocampo en el 57% que
transmitía cierta tranquilidad para la continuación. No obstante la
pesadilla de la remontada de tres goles en apenas cuatro minutos del
partido anterior mantenía los pies de todos en el suelo.
Todos
aprovecharon para beber y refrescarse. El Míster aprovechó para
concentrar más aún a sus jugadores en mantener el partido
controlado.
El
segundo tiempo empezaba con la misma tónica. Y hasta parecía
calcado cuando de nuevo el valiente capitán Molins repetía
desmarque para recibir de la derecha y anotar el 4-0.
“Bueno,
“ pensaron muchos, “esto ya no se parece a lo de hace 7
días.”
Su
discreta celebración con un sutil gesto hacia el entrador, calló
muchas bocas...
En el
76' el rival aprovechaba una jugada aislada y sacaba partido de su
superioridad en ataque por la banda derecha frente al cansado
Chaturvedi y ponía el 4-1.
Hubo
quien se preguntaba si había que preocuparse.
Un
minuto después el delantero estrella del rival pedía el cambio y
dejaba el campo cojeando claramente y haciendo que slas fuerzas se
igualaran enre delantera rival y defensa local.
Parece
que a todos les pasaba factura el esfuerzo. No sólo a los veteranos
de Falkis.
Desde
ahí al final la APP impuso su ocntrol y el partido se fue
consumiendo sin apenas noticias.
Finalmente
victoria solvente y brillante por 4-1 frente a un difícil rival.
Aunque algo sorprendente comparada con otros resultados, incluso muy
recientes, de esta misma temporada...
Y el
equipo acababa la primera vuelta con 4 sobre 6 puntos en los dos
partidos finales y encaramado al 6º puesto, dos puntos por encima
del descenso y a cuatro de la salvación.
El
reto seguirá en la segunda vuelta.
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