La
temporada 57 continúa lenta y pesadamente.
El
Equipo arrastra los pies por la tabla, como un desahuciado en el
desierto.
La
afición, sorprendida primero y desilusionada después, a pesar de
todo sigue animando.
Los
datos son simples: 7 partidos, 5 derrotas, incluidas 2 en casa, y dos
victorias, ambas en casa. 14 goles a favor y 22 en contra.
No se
ha dado una primera vuelta tan floja en toda la trayectoria en V.
La
victoria en casa frente a Verema en la jornada 3, muy meritoria ya
que el contrario ha terminado en segunda posición, hizo pensar en el
despegue, pero la realidad es mucho más cruel: el Equipo se ha
quedado sin fuelle y sin fondo, su juego es previsible y adolece de
falta de remate.
El
Equipo ocupa la 6ª posición, al menos se salva el descenso directo,
pero está a 4 puntos del 4º.
La
salvación directa parece una quimera y se cifra entorno a 22 puntos.
El
objetivo parece asegurar al menos la promoción. Hay que llegar a los
16 o 18 puntos. Eso significa 4 victorias en los 7 partidos de la
segunda vuelta. Teniendo en cuenta que el Equipo disputará 4 de
ellos a domicilio, se antoja complicado.
Muy
complicado.
Entre
tanto algún destello de esperanza en la recuperación goleadora del
Capitán Molins, 4 goles en liga, y del Ratoncito con 3, o el
gran momento de Gasau titular y en el equipo de la Jornada y
doble goleador.
El HT
de Jagoda en Copa, queda en una anécdota y la retirada por
lesión del segundo portero Oláh es la gran espada de Damocles sobre
el futuro del Equipo.
Mientras,
el Míster Marsá parece haber agotado el fondo de su chistera y se
le exige un cambio de rumbo en las tácticas, en los entrenamientos y en los fichajes.
Algún atisbo de la cantera...
El
propietario también parece haber agotado su paciencia...
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