jueves, 20 de enero de 2022

施 (Si) 嘉明 (Jiaming): Filosofía Oriental

 

Llegó al Club en la temporada 60 con el equipo instalado en la VI división, tras el descenso de V en la temporada 58 y la Gran Desilusión de perder el título y el ascenso en la 59 “a falta de 5 segundos”... dirgido por un Marsá dispuesto a reverdecer los alaureles de la anhelada V división.

El cancerbero titular, el mítico y efímero Diogo Marquitos, había llegado la temporada anterior para devolver la portería del Equipo a cotas desconocidas desde el hitórico y venerado Emmanuelle Brunelle, la primera gran estrella del Club y el primer jugador cuyo dorsal se retiró en aclamado homenaje. Por desgracia el infortunio hizo que el gran guardameta brasileño sufriera una gravísima lesión en su octavo partido con el Club y el equipo tuvo que recurrir de imprevisto a una fichaje de circunstancias para acompañar al ya veterano Tigre Persa Hajiabadi. Y el elegido fue el veterano, nada menos que 39 años, y arisco Si Jiaming. Un auténtico trotamundos que había pasado ya por más de 10 equipos y que recalaba aportando experiencia, seguridad y un buen nivel en el balón parado. Su precio, apenas 50,000 euros, volvió a ser uno de esos logros con los que el plantel de ojeadores del Club a forjado su leyenda.

La llegada del lombardo Guiseppe Camporese en la T62 le relegó a la permanente suplencia y a los partidos amistosos y de menor peso, en los que prolongó su carrera durante varias temporadas gracias a su magnífica condición física obtenida de sus diferentes técnicas de entrenamiento orientales, ni una lesión en todos estos años, y de su manera ascética y bastante inusual de vida.

Su carácter antipático le llevó desde el primer momento a aislarse del resto de compañeros y hasta del propio club encerrándose en su mundo algo ermitaño acopañado de su trascendentalidad oriental y recogimiento, hasta el punto de que pasó las últimas temporadas viviendo en un vestuario poco usado y a partado del mundo hasta que el director de personal Práxedes Pido Fulminante, zanjó su contrato.

Disputó con el equipo la friolera de 98 partidos, quedándose a las puertas del centenario.

Su mejor actuación, aún recordada por el “Hong Kong Sports and other things Magazine”, alcanzó las discretas 5,5 estrellas.

En su haber 3 títulos y el ascenso a V en la T63.

Lo dicho, un tipo singular...

 

 

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