sábado, 30 de mayo de 2015

Pawel Niznikowski: El Polaco impasible.


El bueno de Pawel llegó al equipo desde su Polonia natal ya comenzada la temporada 26, (ver nota de prensa Mayo 2009), que a la larga sería una de las más brillantes del club en VI siendo entrenador Dario Mazzola. 
Fue uno de los jóvenes fichados para ir construyendo una defensa digna de la categoría en que militaba el equipo. En realidad el artífice del fichaje no fue tanto el entrenador transalpino, como el delantero estrella en aquella plantilla, Maciej Gierada, quien ya apuntaba maneras para convertirse en el sustituto en el banquillo y era utilizado a menudo como ojeador por sus dotes para descubrir perlas en bruto. En concreto en este caso, ambos jugadores polacos eran originarios de la provincia de Mazowieckie y dieron sus primeros pasos futbolísticos en el equipo infantil de la Państwowa Wyższa Szkoła Zawodowa.

Este espigado jugador pronto destacó por su rápido aprendizaje y con la llegada al banquillo de su compatriota Gierada se convirtió en un fijo de la alineación titular hasta alcanzar las 5 estrellas y media, puntuación superior a la de los actuales titulares, e incluso colarse en el equipo de la semana t 28 (ver nota de prensa de octubre de 2009). El apoyo del míster y su cercanía personal se plasmó en su declaración en su página web de presentación en Hattrick en forma de agradecimiento explícito: “Babá Maciej mi trajo desde la Polska madre" .

Durante muchas temporadas formó una tripleta mágica con los Bodale y Guardia en la retaguardia de un equipo que gracias a su seguridad pudo comenzar a basar su juego en un mediocampo arrollador.

A pesar de no ser un gran rematador, (puesto treinta y tantos en la historia anotadora del equipo con 21 goles), tiene una curiosa anécdota como goleador, ya que en uno de los últimos partidos de liga de la temporada 27 anotó su único hattrick. Siendo, finlamente, esos 3 solitarios goles suficientes para empatar en el Pichichi del equipo esa tempoarada junto al entonces jugador Gierada y el gran valor portugués Hernani Mendes, (un brillante centrocampista que dio el salto a la liga Rumana por casi 700.000 euros).

Recibió numerosas ofertas para marchar a otros clubes más prestigiosos, pero nunca se decidió a abandonar el club donde se encontraba como en su casa. Su fidelidad, al igual que la de sus compañeros de defensa inspiró a muchos a los jóvenes que fueron llegando al club.

Su titularidad comenzó a decaer en la temporada 44 cuando el dúo de entrenadores, su mentor Gierada junto al joven Marsá, apostaron por una defensa fuerte, con habilidades de mediocampo y gran habilidad a balón parado para adoptar un definitivo 2-5-3. Jugó su último partido oficial mediada la temporada 45, en mayo de 2015, la misma semana de su retirada, habiendo sobrepasado con creces la cifra de los 200 partidos con el club.

El polaco ese del nombre raro, como le denominaba el propietario (ver nota mayo 2009), siempre se caracterizó por su sobriedad tanto en el campo como en el vestuario y su efectividad en el trabajo. Por lo que se ganó el respeto y reconocimiento de muchos de sus compañeros.
Entre los aficionados si bien nunca fue un ídolo general, sí que fue objeto de culto por la facción más impasible de los Dragones del Fondo Norte. Los que están al finalde la grada, junto al Muro... por donde llega el invierno...


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