viernes, 29 de septiembre de 2017

Lupashko y Belankov: los pilares del Este



En la temporada 45, inmerso el equipo en el desesperado intento de mantenerse en la difícil VI que tanto había costado alcanzar, el veterano Míster Gierada quien disfrutaba de la que sería su última temporada en solitario al frente del equipo, optó por reforzar el equipo con cuatro grandes fichajes: el francés Matthieu Papin, el sueco Sven Danielsson y dos defensas poderosos venidos del Este, Maxim Lupashko y Vladislav Belankov.

Eran los tiempos en que tras un gran trabajo en la cantera con los delanteros el equipo contaba con una capacidad goleadora importante, pero adolecía de algunas carencias defensivas ante el envejecimiento de los clásicos Bodale, Guardia y Niznikowski. Además la táctica habitual del 2-5-3 requería de unos defensas realmente extraordinarios para alcanzar el mínimo nivel exigible. El Equipo también buscaba un recambio para el veterano Kosinski a balón parado y para los fichajes se exigía un cierto nivel en esta faceta.

Así llegaron estos dos defensores cuya pareja a pasado a los anales de la Historia de Falkis como los “Pilares del Este”, que hoy se despiden de la afición.

El primero, Lupashko, de origen Ucraniano era un fabuloso defensa central de grabn fuerza física que hacía valer en los terrenos más difíciles, con una gran experiencia y una ascendencia sobre le resto de la plantilla que le llevaron en multitud de ocasiones a lucir el brazalete de capitán. Su genio también era famoso en el campo.
Por su parte Belankov, nacido en Rusia, más versátil en su posición defensiva que cubría toa la zaga, era un formidable artillero a balón parado y el perfeto meimbro ddle equipo, colaborador y dispuesto a echar una mano, incluso en sentido literal para parar un gol o sacar del carril a un contrario.

Juntos formaron la pareja de defensas titulares, con breves apariciones del francés Papin y del canterano Labra, hasta la temporada 50 y 51 en que los fichajes de los actuales Engler, Neufus y Chaturvedi les relegaron al segundo equipo.

Su amistad dentro y fuera del campo les hacía complementarios e inseparables en ambos momentos, en la línea de la tradición defensiva de Falkis y rompiendo sobre todo el los últimos tiempos con muchas ideas preconcebidas sobre sus países orginarios.

Alcanzaron las 6 estrellas en partido oficial y aportaron su capacidad anotadora con 18 goles y gol 1300 en Liga para Belankov y 22 goles en total para Lupashko.
A pesar e las tentadoras ofertas del Club para incorporarlos a su plantela técnico, ambos han preferido regresar a sus lugares de origen, ya que según ellos, el clima en Mafonia es demasiado benigno y añoran los inviernos duros de la tundra...


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