El
Equipo comenzaba la segunda vuelta con victoria de domicilio en uno
más de los partidos en que la sabiduría y buen hacer del Míster
había planteado una formidable estrategia y abordaba la visita al
feudo del entonces líder Cartavio, sin duda uno de los referentes
del grupo.
Equipo
muy difícil con una delantera y una defensa muy potentes y un
centro del campo nada despreciable. Las dudas fueron muchas a la
hora de confección la estrategia adecuada y la alineación.
Finalmente Marsá optó por un 3-5-2 confiando en dominar el medio
campo y tener una defensa suficiente aunque en el ataque no se
llegara a igualar a la defensa rival.
Efectivamente,
ese fue el escenario al inicio del partido. La ligera superioridad de
la defensa de Falkis y el dominio del balón dieron cierta
tranquilidad, aunque las ocasiones fueron muy escasas y con pocas
posibilidades de éxito. Estaba claro que iba as er un partido largo
y nada seguro. Poco a poco, a medida que avanzaba el encuentro el
rival fue haciendo valer su resistencia y amezaba el dominio del
balón, comenzando a inquietar la portería de un inconmensurable
Hajiabadi que estaba en el mejor momento de la temporada. Y así se
superó la primera mitad con el empate a cero que se antojaba un
resultado magnífico.
Al
inicio de la segunda parte Gomila, compañero del capitán Molins en
la delantera, consiguió crearse una oportunidad sorprendiendo a la
zaga rival por la banda desde donde lanzó uno de sus magníficos
tiros con toda la intención que parecía destinado a acabar en las
redes, pero en última instancia el portero consiguió rozar lo justo
para que el balón se detuviera a centímetros de la línea.
Minutos
más tarde, en el 59', un ataque del rival que parecía perfectamente
controlado por la zaga de Falkis acabó en un extraño penalti a
favor del equipo de casa, a pesar de las serias dudas que levantó en
todo el estadio, banquillo rival incluido que acogió la falta con
sumo agrado, evidentemente. Una impecable ejecución dejó al
guardamete de Falkis sin opción alguna. 1-0.
Vista
la situación el Míster Marsá decidió apostar por el ataque en
busca del mejor resultado posible. Primero un intercambio de
posiciones d¡entre Bonte y Gasau, confiando el la resistencia del
canterano, y la entrada de Bernabeu a reforzar la delantera de 3, en
lugar del veterano centrocampista rumano, maniobra ya habitual en
libro de instrucciones del Míster dejaron al Equipo lanzado al
ataque con una 3-4-3. No obstante la resistencia del rival y algunos
movimientos tácticos, ahora que llevaban el marcador a favor,
hicieron que la fuerza del medio campo se tornara hacia aquel lado
del campo quitando parte de la solidez de la solución planteada.
En el
minuto 76' un contragolpe de Cartavio propiciaba una clarísima
ocasión a la que Hajiabadi no pudo responder y hacía subir el 2-0.
El partido se había puesto definitivamente cuesta arriba.
En el
minuto siguiente y en plena avalancha de Cartavio, una fea entrada,
lesionaba al guardameta de Falkis y hacia que el veterano Ramette,
siempre dispuesto pero con un pie ya en la retirada, tuviera que
ponerse bajo el marco. El riesgo de encajar alguno más ahora era más
que evidente. No obstante la defensa se cerró delante del cancerbero
y sacó fuerzas de flaqueza y el francés se empleó a fondo y
consiguieron mantener la puerta a cero en esos largos 14 minutos,
incluido el minuto extra, que restaban.
Al
final se comprobó que si bien el Equipo tuvo sus opciones y planteó
un buen partido, cuando el rival tiene esta calidad y esta fuerza es
muy difícil sacar puntos. No siempre se puede ser el mejor. Pero al
menos, una vez más se intentó y se tuvieron opciones.
Con
esto el Equipo volvía a la 5 plaza, puesto de promoción, pero
seguía a un punto de la salvación directa, auténtico objetivo de
la temporada, a pesar de ser muy difícil.
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