El
propietario, sumergido en las celebraciones por el aniversario y las
fiestas propias de la época, no alcanzó a comprender que estaba
perdiendo contacto con la realidad y perdió la noción de sus
obligaciones desoyendo a la voz de su conciencia y olvidando enviar
la alineación correspondiente.
Por suerte los sistemas automáticos se activaron con urgencia al detectar la ausencia de control y dirección y reportaron la lista por defecto gracias a lo cual se paliaron en parte los efectos y se minimizaron las consecuencias.
Al final dos puntos que se escaparon, que seguramente se habrían escapado igual.
En fin, nada que un alka-seltzer, un desenfriol o un bloody mary no puedan remediar...
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