martes, 9 de enero de 2018

Tony Ramette: El guardián feliz



El guardameta francés ha anunciado su retirada a los 42 años y tras seis temporadas en el Club, siendo en este momento el jugador de mayor edad en la plantilla.

Llegó de la mano del Míster Marsá en su segunda temporada como entrenador principal del Equipo, junto a otros grandes fichajes del mediocampo como el galáctico Woon Shun, el también francés Gangneux y el eslovaco Mladen Scholz, al final de la temporada 49.

El Equipo acababa de regresar a VI y estaba forjando la plantilla necesaria para comenzar lo que sería una ascensión imparable con dos segundos puestos y un tercero, antes del Campeonato en la temporada 52 y el consiguiente ascenso, mediante promoción a la ansiada V.
Su contratación era un refuerzo necesario para la portería defendida en esos momentos en Liga por el gallego Xorxe Agrasso y en Copa por Carlos Duarte, ya un veterano jugador, y el joven canterano Deuceln en la recámara.

Inmediatamente dada su calidad y su capacidad de trabajo y experiencia, se hizo con la titularidad, debutando frente a Tárragas en su campo con una victoria. Mantendría este puesto indiscutible, llegando a alcanzar las 5,5 estrellas, hasta su única lesión en el Club en el primer tercio de la temporada 51. 
Debido a la gravedad de la lesión la recuperación fue difícil y larga y no conseguiría volver al mismo nivel de juego, coincidiendo con la llegada a mitad de esa temporada del Tigre Persa Hajiabadi que se convertiría en el primer portero de la plantilla. 
A partir de ese momento Ramette asumió la titularidad en Copa y la suplencia del gigante Iraní, con el mismo ánimo con que desempeñó toda su carrera, siempre dispuesto a “guardar la portería”, cuando fuera necesario, como solía decir haciendo una traducción exacta y literal de la expresión francesa gardien de but, cuyo significado gustaba de explicar a sus compañeros con su particular acento y sus faltas gramaticales pero lleno de su característica simpatía en una broma recurrente de las más celebradas en el vestuario. Por ello se ganó el sobre nombre entre sus compañeros de “El guardián del Gol”.

Jugador muy querido en la plantilla, no dudó en compartir su experiencia y conocimientos con los jóvenes porteros de la cantera entre los que Casimiro Iribarren fue sin duda su mejor seguidor llegandoincluso a compartir plantilla en el primer equipo en los últimos tiempos.

En su paso por el Equipo ha participado en quizás la época más brillante del Club con el título en VI, el ascenso a V y la permanencia durante dos temporadas en la difícil división, además de los mejores resultados en Copa de la historia.

Su retirada coincide con la llegada del húngaro Zoltán Oláh, jugador ya veterano pero de enorme experiencia y calidad, como segundo portero principal.

Toda la plantilla se reunió tras el partido del sábado a despedir a uno de los jugadores más queridos en la historia de este equipo, cuya simpatía sólo es igualada por su humildad y seriedad en el trabajo.


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