El
guardameta francés ha anunciado su retirada a los 42 años y tras
seis temporadas en el Club, siendo en este momento el jugador de
mayor edad en la plantilla.
Llegó
de la mano del Míster Marsá en su segunda temporada como entrenador
principal del Equipo, junto a otros grandes fichajes del mediocampo
como el galáctico Woon Shun, el también francés Gangneux y el
eslovaco Mladen Scholz, al final de la temporada 49.
El
Equipo acababa de regresar a VI y estaba forjando la plantilla
necesaria para comenzar lo que sería una ascensión imparable con dos segundos
puestos y un tercero, antes del Campeonato en la temporada 52 y el
consiguiente ascenso, mediante promoción a la ansiada V.
Su
contratación era un refuerzo necesario para la portería defendida
en esos momentos en Liga por el gallego Xorxe Agrasso y en Copa por
Carlos Duarte, ya un veterano jugador, y el joven canterano Deuceln en
la recámara.
Inmediatamente
dada su calidad y su capacidad de trabajo y experiencia, se hizo con la titularidad, debutando frente a Tárragas en su
campo con una victoria. Mantendría este puesto indiscutible,
llegando a alcanzar las 5,5 estrellas, hasta su única lesión en el
Club en el primer tercio de la temporada 51.
Debido a la gravedad de
la lesión la recuperación fue difícil y larga y no conseguiría
volver al mismo nivel de juego, coincidiendo con la llegada a mitad
de esa temporada del Tigre
Persa Hajiabadi que se
convertiría en el primer portero de la plantilla.
A partir de ese
momento Ramette asumió la titularidad en Copa y la suplencia del
gigante Iraní, con el mismo ánimo con que desempeñó toda su
carrera, siempre dispuesto a “guardar la portería”, cuando fuera
necesario, como solía decir haciendo una traducción exacta y
literal de la expresión francesa gardien
de but, cuyo significado
gustaba de explicar a sus compañeros con su particular acento y sus
faltas gramaticales pero lleno de su característica simpatía en una
broma recurrente de las más celebradas en el vestuario. Por ello se ganó el sobre nombre entre sus compañeros de
“El guardián del Gol”.
Jugador
muy querido en la plantilla, no dudó en compartir su experiencia y
conocimientos con los jóvenes porteros de la cantera entre los que
Casimiro Iribarren fue sin duda su mejor seguidor llegandoincluso a compartir
plantilla en el primer equipo en los últimos tiempos.
En su
paso por el Equipo ha participado en quizás la época más brillante
del Club con el título en VI, el ascenso a V y la permanencia
durante dos temporadas en la difícil división, además de los
mejores resultados en Copa de la historia.
Su
retirada coincide con la llegada del húngaro Zoltán
Oláh, jugador ya veterano pero de enorme experiencia y calidad, como
segundo portero principal.
Toda
la plantilla se reunió tras el partido del sábado a despedir a uno
de los jugadores más queridos en la historia de este equipo, cuya
simpatía sólo es igualada por su humildad y seriedad en el trabajo.
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