La
temporada comenzó con el agradable regusto de la magnífica campaña anterior
y con altas expectativas por parte de los aficionados y sobre todo
del Propietario, a pesar de la cautela habitual del entrenador Marsá
y el resto del equipo técnico.
Tras
un fácil inicio en Copa, el Equipò debutaba en Liga con su salida
contra Verema, recién descendido de IV y varias veces campeón en V.
Un difícil rival con potente con una soberbia defensa y un
mediocampo de alto nivel. El Mister apostó por intentar sacar
resultado apoyado en una 5-2-3 para intentar tener capacidad ofensiva
y confiando en el buen momento de los centrocampistas Pinilla, la
verdadera estrella del Equipo esta temporada y Parra Ruiz. La nutrida
defensa a pesar de las carencias de César y de la incorporación de
los voluntariosos canteranos Capdevila y Canamases, cada vez más en
forma y con mayor resistencia, tenía un duro reto ante un ataque muy
fuerte.
La
superioridad del rival, jugando en casa, quedó patente con el 4-0
del primer tiempo a pesar de gran actuación del Tigre Persa,
Hajiabadi, que está convirtiéndose en un mito en la portería
asegurando paradas casi imposibles en momentos fundamentales. . En la
segunda parte el Equipo tiró de esfuerzo y en el minuto 60 Gasau
conseguía el gol en segunda jugada tras el remate de Bernabeu, a la
salida de un córner. El rival conseguía a los pocos minutos el 5-1,
lo que obligó a Marsá en el 72' a echar toda la carne en el asador
y pasar a una arriesgada 2-5-3. Lo que funcionó cuando apenas dos
minutos después Raúl Gomila, el fornido delantero de Falkis,
forzaba un robo cerca del área para poner el esperanzador 5 a 2.
Aunque el equipo se volcó en los últimos minutos y cercó la
portería rival no consiguió cambiar el marcador.
A
pesar de la derrota Marsá, como siempre supo ver la parte positiva:
“Siendo el primer partido de Liga y en casa de un rival muy
difícil y con nuestras posibilidades, haber tenido capacidad de
reacción y los dos goles nos deben hacer ser positivos de cara al
resto de la temporada”.
***
El
debut del Equipo en casa llagaba tras la sorprendente y algo injusta
eliminación en Copa.
El débil Ourense, recién ascendido, debía
pagar los platos rotos.
El
Equipo partía con una descarada 2-5-3 con los extremos al ataque
aporvechando su enorme superioridad en el medio campo. En apenas 18
minutos Bernabeu, Gomila y un recuperado Alejandro César, ponían el
3-0 y sentenciaban el partido. El Míster sabedor de los difíciles
compromisos de la temporada decidía reservar a algunos jugadores y
hacía cambios para asegurar el control del partido. Ostengo dejaba
sitio al central Engler y el Equipo pasaba a una 3-5-2.
Al
principio de la segunda parte Hajiabadi sustituía un Olah en proceso
de recuperación de su lesión en la portería y Majidi hacía lo
propia con César cuya vuelta tras la lesión parecía bastante
prometedora con gol incluido. No se puede pedir más. El resto del
partido fua más de lo mismo y el equipo segía creando ocasiones a
base de controlar el dominio del balón. Gomila de nuevo, Kida y
Pinilla ponían el definitivo y contundente 6-0.
“Lo
importante era volver al buen camino, sumar los tres puntos y hacer
el trabajo que se necesitaba e ir recuperando jugadores y dar
descanso a todos porque esta Liga será dura y larga”, resumió
el Míster.
***
Una
victoria a base de pizarra y de saber mover el banquillo en el debut
en la Copa Rubí, a pesar de la lesión de Hajiabadi y utilizando la
3-4-3, con tres goles en la segunda mitad llevaba al Equipo a la
tercera jornada.
Difícil
compromiso, quizás el más complicado, en casa de Área Concor que
había cerrado con victorias sus dos primeros partidos y que se
presentaba como serio candidato al título, muy reforzado desde la
temporada anterior. Ante la fuerte defensa y la rocosa defensa del
rival, el maestro Marsá sorprendió con una alineación basada en la
3-5-2 confiando en el magnífico estado de un Pinilla rayando en las
10* y en un Aneiros y un Parra a pleno rendimiento. A su vez liberaba
a Immerzeel, de nuevo elegible para el partido y Jagoda para que
juagran al ataque con el objeto de soprender al rival en los
laterales que son el punto menos fuerte de su defensa. En ataque
tanto Gomila como Bernabeu se dejaban hacer a las bandas para buscar
algún posible fallo de la muralla contraria. Por último atrás,
agrupaba la defensa en tres centrales dirigidos por un Alejandro
César que vive su gran momento en Falkis, por fin tras muchos
problemas y lesiones, y en un estado de forma envidiable, apoyado por
Majidi y Kida con el resguardo de un Hajiabadi recuperado a marchas
forzadas para este encuentro. La apuesta era arriesgada pero era la
única manera de intentar lo casi imposible.
El
comienzo del partido demostró que la táctica era la acertada para
contener al rival, a la espera de una oportunidad. De repente en el
minuto 5 llegó el gran susto: penalty contra Falkis. Menos mal que
ahí estaba el mejor Hajiabadi que realizó un soberbio paradón
para dejar la puerta a cero. El mediocampo era ligeramente superior
para el equipo de casa y la primera parte se convirtió en un duelo
de titanes con pocas ocasiones. Con el 0-0 se llegó al descanso. Y
con la sensaciñond e que las cosas se estaban haciendo bien.
La
segunda parte se inició sin cambios. Pero el esfuerzo iba cobrándose
la resistencia de la defensa y poco a poco el ataque de Área era por
momentos superior. Finalmente en el 69' llegaba el 1-0 en una
contundente jugada de ataque finalizada con un buen disparo contra el
que el Tigre Persa no pudo hacer nada. Pero no importaba Marsá
siempre guarda un as en la manga. Inmediatamente ordenó a los
extremos que abandonaran el atauqe para reforzar el mediocampo y
tratar de robar el control del balón. Dicho y hecho: las ocasiones
empezaron a llegar. Un nuevo giro de tuerca en el minuto 75: Kida
dejaba su puesto para la entrada de Piero Ostengo, el goleador
transalpino y MVP de la pasada temporada. El equipo pasaba de la
equilibrada 3-5-2 a la agresiva 2-5-3. Con 1-0 en contra había que
ir a por todas. Es el ADN de Falkis. Una nuava falta en el 80' podría
haber sentenciado el partido pero de nuevo Hajiabadi sacaba su clase
para detener el soberbio lanzamiento. En el minuto 82 una magnífica
jugada de Fokke Immerzeel por la banda finalizaba con un pase
milimétrico a Parra que la bajaba ocn el pecho y fallaba por poco el
remate. Apenas 2 minutos después, por fin, era Majidi el que sacaba
el “guante” para poner fuera del alcance del guardameta un pase
desde la banda. Era el 1-1, que sin tiempo para reaccionar cerraba el
partido. Un gran empate en un feudo muy dificil ante, posiblemente el
rival más duro del grupo.
“El
Equipo ha confiado en la táctica y en sus habilidades y hemos sabido
leer los distintos momentos del partido. Al final los partido duran
90 minutos y hay que esforzarse como hoy lo hemos hecho hasta el
final”, definía claramente el Míster.
“¡Malditas
cucarachas!”, titulaba al día siguiente un periódico
contrario, aludiendo a este espíritu de resistencia y esta habilidad
para sobreponerse a las circunstancias que define al Equipo.
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