Neufuss
fue el único refuerzo que llegó al equipo en la temporada 50, la
tercera de Marsá como entrenador el solitario, en Vi división. Fue
un refuerzo puntual en la defensa entre las épicas de los Lupashko y
Belankov, ya consolidados, y la posterior llegada de los Engler,
Chaturvedi y el portero Hajiabadi, y venía a poner un parche en esa
línea en un equipo que, por entonces, estaba en constante refuerzo
en el mediocampo y cuyas miras tras el ascenso desde VII y dos
segundos puestos consecutivos en VI apuntaban hacia lo que dos
temporadas después fue el salto a V. Por entonces el Equipo basaba
todo su potencial en el dominio del balón y el ataque, pero ya se
entreveía que para aspirar a los futuros compromisos era
imprescindible reforzar la portería y la defensa.
El precio de su fichaje en los 587.000 es, seguramente, el importe más alto por un
defensa a excepción de los especialistas Kosinski o Van-der Lijn.
El
jugador alemán tenía una notable experiencia y
se convirtió de inmediato en el referente de la zaga.
Destacaba por ser un
defensor con gran anticipación, lo que completaba con su habilidad
para tocar el balón en las salidas y hasta para estar entre los
lanzadores a balón parado. Esta habilidad le llevó a conseguir un
hattrick, con dos penalties, en la temporada 51 y a anotar el gol
1400 del Equipo en Liga.
Tipo
agradable en el vestuario y sobre todo muy correcto en el campo, fue
ejemplo para muchos chavales de la cantera, en lo que el bueno de
Odilón Eza, el entrenador de DaniFalkis llama “el modelo Falkis”.
Su seriedad y compromiso con los entrenamientos le ha permitido ser,
hasta una edad muy avanzada, una pieza importante en el Equipo y con
una única lesión a lo largo de estas 16 temporadas.
A
pesar de la insistencia del Club para incorporarle al staff técnico,
el jugador ha preferido retirarse
a
Fürstenfeldbruck cerca
del aeródromo donde poder seguir practicando con sus avionetas
monoplazas, su auténtica pasión heredada de su abuelo materno,
conocido como el “aviador fantasma”, auténtica estrella de la
IIGM, y cuyo nombre le puso Mamá Marseille...
No hay comentarios:
Publicar un comentario