Primer
partido de liga de esta nueva era.
Ni
la bisoñez del nuevo míster, aturdido por lo problemas con la
autorización federativa que no llega, que le impidieron ajustar la
alineación y la táctica a los datos del último entrenamiento
sacando ventaja al rival, como si del inexperto y nervioso Ben
Braddock de El graduado se tratara...
Ni
la estricta decisión del veterano Gierada de dejar que el joven
coach aprenda de sus errores desde el primer momento... a pesar de
vigilar discretamente desde la sombra para que no se produjera ningún
desastre, como el garganta profunda de este Watergate de
inicio de temporada...
Ni
el tempranero gol de Müslüm Ozël, ese endiablado y letal artillero
turco digno descendiente de sus ancestros en Galipolli...
Ni
la excesiva dureza de algunos jugadores de Doran, que ante la presión
del resultado recurrieron a la fuerza y al contacto más allá del
fair-play...
Ni
la inoperancia y dejadez en sancionar e impedir el excesivo juego
sucio de Tommi Kapiainen, árbitro famoso por haber llegado hasta la
élite gracias a ser el cuñado de uno de los HT-masters del
comité...
Ni
las lesiones de las estrellas: el certero rematador Molins (3 semanas
por un codazo en la cara!!!) y el veterano Lupashko, rendido a golpes
y entradas a destiempo para evitar su elegancia manejando el balón
desde atrás...
Ni
la terrible presión del abarrotado La Nueva Roureda, feudo
inexpugnable como un Nido de Águilas hattickero...
Ni
la ausencia del guardameta titular, Carlos Artmando Duarte, no
recuperado todavía de su lesión...
Ni
el esfuerzo arrastrado del partido de copa del pasado miércoles que
exigió al equipo a luchar hasta el último segundo...
Nada
de ello fue suficiente para doblegar a este Falkis renacido.
El
perfecto esquema posicional ya interiorizado por el equipo,
La
inteligencia táctica del refuerzo del mediocampo en la segunda parte
para afianzar el resultado,
La
sabiduría de los veteranos infundiendo tranquilidad ante el gol en
contra,
El
acierto de Sven Danielsson a balón parado tanto en el penalty como
en la estrategia del tiro libre,
La
concentración del equipo en el resultado, no entrando en peleas con
los contrarios o reclamaciones ante el permisivo arbitraje,
Los
eficaces refuerzos de Gomilla y Belankhov, superando incluso a los
titulares,
El
apoyo incondicional y ánimo de los Dragones que acompañaron
el equipo en el asalto a este campo siempre difícil,
El
inconmensurable partido del veterano Marcos Calveras bajo los palos
recuperado del banquillo para hacer olvidar la lesión del guardameta
titular,
Y
sobre todo el esfuerzo y trabajo en grupo de todos los integrantes de
la plantilla en este importantísimo primer partido de liga,
Hicieron
que se alcanzara la victoria en difíciles circunstancias...
Qué
grande es este equipo !!!!
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