lunes, 11 de diciembre de 2017

El Partido de Permanencia en V: Un sueño hecho realidad



Las imágenes y sonidos de aquella memorable tarde se agolpaban en su mente:

Su padre repitiendo la frase del Gran 14 Holandés: “En un partido sólo hay un balón y quien lo tienen decide”, mientras Pinilla, Parra y Bonte, (con la colaboración al final del partido de Gasau y Jagoda), tocaban y controlaban el esférico mientras el contrario corría intentando interceptarlo infructuosamente...

¡Madre mía qué defensa!, ¡fíjate, fíjate!, cómo se anticipan y el marcaje que están haciendo, si es que sus delanteros no han tocado bola en todo el partido, ¡ni una sola ocasión!”, decía una mujer dos filas más arriba, mientras disfrutaba con el incansable y coordinado trabajo de Engler, ligeramente hacia el centro; Majidi en la zona central y César concentrado en su banda...

¡Hajiabadi, de nuevo partido con la portería a cero para mantener la división!” pudo leer en el vídeo-marcador al bajar las escalinatas...

Las carreras y fintas de Immerzeel por la banda derecha creando al menos tres ocasiones, incluido un inteligente robo de balón en una cesión al portero que convirtió en un tiro que se escapó pegado al poste, siempre sonriendo, que le hizo recordar la frase de su entrenador en DaniFalkis: “Siempre sal al campo a divertirte, ¡verás que bien juegas!”.

Y la tranquilidad que da el Piero Ostengo este que hemos fichado, ¡si es que no baja de las 9 estrellas!”, comentaba a mitad del partido el vendedor de los perritos calientes...

El Coliseum aclamando al Míster Marsá para que saliera a saludar tras el encuentro. “Hijo, no puede leerse mejor un partido... ¡es un genio!” le dijo Benito, el vecino de la fila de delante y amigo de su abuelo, que había sido una temporada tercer ayudante del entrenador del Falkis en la Liga MAFO...

El autobús de vuelta, atestado de gente con colores verde, blanco y dorado, y de cánticos y algarabía, cuando alguien comentó: “Un equipo que crea 9 ocasiones siempre acaba marcando... ¿pero sólo un gol?”, a lo que otra voz contestó, “Es que, que seis hayan sido por el centro cuando dominábamos las bandas... ¡eso es mala suerte!”.
¡Peor suerte han tenido ellos que no han tenido ni una!”, remató un tercero
Y todos estallaron en risas de celebración...

Y entre todas, la imagen del elegante capitán Molins, cómo recibió el pase del mediocampo, miró de reojo a su espalda, giró de golpe a la derecha pillando por sorpresa a toda la defensa y en unas zancadas desbordando irremediablemente al lateral izquierdo, se plantó en el área y ralentizó su carrera para acompasarse con la salida del portero, estudiándolo, y cómo suavemente pero firme, colocó el balón raso fuera de su alcance junto a la base del poste largo donde el balón tocó la red para acomodarse mansamente al fondo de las mallas... era el minuto tres y casi no pudo verlo porque muchos de los espectadores no se habían sentado todavía...
Ese es el Capitán. Siempre concentrado en el objetivo y resolviendo, como ya hizo hace dos años en la Promo del ascenso con sus dos goles, desde el inicio... ¡tomando la responsabilidad!”, le dijo eufórico su padre mientras se abrazaban celebrando el tanto que al final daría la victoria...
Y la merecidísima ovación, ensordecedora y emocionante, y los gritos de "¡MVP!" cuando Molins en el 80' dejaba su puesto al Ratoncito y se abrazaba al Mister reconociéndole el acierto en la alineación y el planteamiento del partido y agradeciéndole la confianza, una vez más...

Finalmente como si de una película se tratara, la panorámica del Coliseum estallando en alegría como nunca había visto, cuando el árbitro pitó el final y por fin celebraron la permanencia por segunda temporada consecutiva en la difícil V división. "Un momento histórico, hijo", le dijo su abuelo posando la mano cariñosamente sobre su cabeza... mirándo para arriba con el rabillo del ojo le pareció ver que tenía algunas lágrimas en los ojos... 

Secundino se dio la enésima vuelta en la cama y suspiró: 
"¡Pero cómo voy dormirme después de todo esto!".


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