El
Equipo se despedía de la Liga con el último partido en el Coliseum
frente al difícil rival Área Concor, al que a priori despreciaron o
minusvaloraron muchos y que finalmente a conquistado la segunda plaza
del grupo tras los inalcanzables Baragua.
El
partido, uno más contra un rival inicialmente superior en defensa y
en ataque, obligó al Míster Marsá a emplearse de lleno y a buscar
la magia en la configuración de la alineación y planteamiento del
encuentro. Así trató de buscar el punto fuerte del equipo en la
Media y a tapar las carencias en las bandas para tratar de parar el
rival. A priori el Equipo dominaba en los laterales de la defensa
mientras en el centro estaba más igualado y sacaba ventaja, no muy
amplia en el centro del campo. La delantera de Falkis era inferior
ligeramente a la defensa rival.
Entre
las novedades la posición de Bonté en la tripleta de medios ante el
bajo momento de forma de Lusi Miguel Aneiros y la posición de Jagoda
recuperando la banda. Pero quizás la más importante fuera el debut
del último fichaje, el italiano Piero Ostengo en la delantera.
Nada
más iniciarse se vio cómo el Equipo tomaba el balón y trataba de
buscar ocasiones, pero el rival estaba muy atento para desbaratarlas.
En el minuto 18 llegó la primera ocasión en un tiro libre. Majidi
hizo una señal y sus compañeros ejecutaron un exacto movimiento de
desmarques que obligó a la defensa a seguir sus pasos sin caer en la
cuenta de que el pequeño Ratoncito, el chico más enchufado,
entraba por el centro a placer para rematar al fondo de las mallas.
Era el 1-0 y el partido parecía ponerse de cara, sacando provecho de
una de las pocas opciones del equipo: jugadas a balón parado.
Apenas
un minuto después, en una llegada por el centro el rival lograba el
empate, sin dejar tiempo para la celebración.
El
Equipo siguió creando ocasiones que eran desbaratadas por le
defensa, cuando no el guardameta rival: Engler, Ostengo, etc. El
rival no conseguía el balón y no creaba peligro directo.
Y con
el empate y una extraña sensación de querer, y crear, pero no poder
se llegó al descanso.
La
segunda parte se inició con el mismo guión de intentos rechazados
hasta que en el minuto 67 en una entrada por la banda más protegida,
soprendentemente, el rival conseguía el 2-1. Una vez más parecía
que los duendes -¿diablos?- de Hattrick hacían de las
suyas...
Con
esto el Míster decidió recurrir a la épica dando descanso al
veterano Engler y colocando a Molins como tercer delantero,
confiándolo todo al 2-5-3. Además reforzó el medio campo
intercambiando las posiciones del veterano y agotado Bonte que lo
había dado todo y el pletórico Jagoda para luego sustituir al
rumano por el alemán Immerzeel, cuya capacidad por la banda en
superior, declarando abiertamente la voluntad de lanzar todas las
apuestas al ataque aún a riesgo de debilitar la capacidad defensiva.
Todo o nada. Es la filosofía de Falkis.
En par
de minutos después, en el 72' llegó la ocasión en forma de libre
indirecto que Majidi puso suavemente en el punto de penalty para que
tras peinarla un compañero llegara a un desmarcado Gasau que cobró
el ansiado empate, ¡¡¡ 2-2 !!!. Y la confianza de que el cambio
surtía sus efectos.
Seguidamente
Alejandro César el elegante y voluntarioso lateral se plantó ante
el guardameta rival, pero este detuvo su lanzamiento. Y apenas unos
minutos después el rival aprovechando la destartalada defensa
cobraba el 2-3 en su tercer acercamiento.
A
pesar de ello el Equipo persistió en sus ataques sin fruto alguno. Y
en plena desgracia, en el minuto 83 el rival establecía el
definitivo 2-4 gracias a un más que dudoso penalty.
Al
final una vez más el partido se escapó a pesar de las 8 ocasiones
creadas.
El contrario se llevó el encuentro con cuatro goles de
cuatro ocasiones.
Increíble...
El
Presidente compareció en la Sala de Prensa al finalizar el encuentro
en plena efervescencia:
“Este
ha venido a ser el resumen de una temporada que nos ha puesto en
nuestro sitio, en que la realidad de Hattrick se ha impuesto al
corazón y trabajo de un grupo de entregados jugadores y brillantes
técnicos llevados en volandas por una animosa afición que no
perdieron la fe en ningún momento a pesar de los extraños
arbitrajes, las oscuras maniobras del motor y los imprevisibles
resultados”.
Tomándose
unos segundos para enfatizar tan graves aseveraciones y tras una
discreta mirada a la esquina del estado en que se encontraban en
Míster Marsá y el Capitán Molins, prosiguió en un tono menor
enérgico:
“A
pesar de los refuerzos esta Liga es mucho para nosotros y la
fortaleza de las defensas y delanteras nos deja desarmados a pesar
del esfuerzo de nuestro equipo. Pero habrá que seguir trabajando. No
hay nada perdido y a pesar del sexto puesto y la plaza de promoción
no hay que olvidar que hemos quedado a menos de dos victorias del 2º
clasificado y a tan sólo 4 puntos de la salvación directa.
Ahora
toca centrarse en el partido de este sábado en que nos jugamos, de
nuevo, el mantenernos en la categoría, que ha sido siempre nuestro
único objetivo, aunque hay que agradecerle al Equipo que en momentos
álgidos de la temporada nos haya hecho soñar con puestos más
arriba, con la quinta ronda de copa, que nos haya regalado un
liderato y esa clasificación en el impensable puesto 1419 del total
de equipos y el segundo puesto en el Zamora
de la Liga”.
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