martes, 26 de mayo de 2020

Defensa: una historia en dos mundos. Olek y César.


La verdad es que este Equipo siempre ha tenido una proyección más ofensiva que defensiva. Especialmente desde que Gierada, un delantero, tomó los mandos del equipo y lo apostó todo por un cantera de goleadores.


En los inicios el también polaco Lemanski --quien sustituyera a Enrique del Valle en la dirección técnica del Equipo-- a pesar de lo efímero de su mandato en el banquillo, lo dedicó a los porteros sacando a la leyenda Brunelle y al americano inaudito Pringle. 
Luego Mazzola fue acomodando el entrenamiento a las necesidades, pasando casi por cualquier posición, incluso un breve tiempo en la defensa.


El inteligente Gierada, primero se centró en el medio campo con los míticos Gilbert, Fortuny y Martinez Saenz, más Ruiz del Arco o Cuéllar, para una vez afianzado a los mejores pasadores de la historia, volcarse en los goleadores. Primero las dos Zetas: Zubiaurre y Zuleta y el chico de oro Carlos Ríos y después los Gomila, Bernabeu y el actual entrenador Molins.


Marsá, también delantero y mito, completó el trabajo con ellos y luego repitiendo esquema, volvió a la media con la “App”: Aneiros, Parra y Pinilla, sin olvidar a Ludolfinger, por el que se consiguió una buena trasnferencia. Y cuando los tuvo dominando los terrenos de juego, y obligado por la competitividad de la V división, volvió a su querencia natural sacando primero e la cantera a los Jares, Parfenie u Orge, para acabar dando entrada a Rutherford, el inglés de los récords; el eficaz Parias y finalmente Dintén, el chico maravilla.


Con todo ello, la defensa siempre ha sido esa posición que había que rellenar con fichajes externos ante al imposibilidad de trabajar a los excelentes canteranos que aparecieron esporádicamente. Ello permitió a la afición disfrutar de grandes defensores venidos de fuera como los inseparables Bodale y Guardia, los impronunciables Kivi, Niznikowski, o Kosinski, y la pareja que vino del frío: Lupaskho y Belankov.


Después llegaron los galácticos: El portero Hajibadi; Woon Sun An, el primer internacional del Equipo y el exótico Chaturvedi. Junto al fiable Engler, el polifacético alemán Immerzeel o el certero Iklil Majidi.


En las temporadas en V, la necesidad de refuerzo era tal que el Míster Marsá quemaba todos sus cartuchos para rascar algún fichje de renombre y de mayor coste: Jagoda, Ostengo, Alejandro César y recientemente en VI, con el título al alcance de la mano, el fichaje récord: Camporesse. 
 

A partir de ahí, la voracidad empresarial del propietario marcó una nueva pauta: 
bueno, viejito y sobre todo barato. 
Cuanto más barato mejor... 
 

Marsá y su equipo técncio afilaron su ingenio y su agudeza visual y rastrearon el mercado encontrando pepitas, ya bien entradas en la treintena, que nadie parecía apreciar. Llegaron los Kida, Olek, Penha, Navarro, Lubecki el jugador de los 1.000 euros y más recientemente Salas Guzmán, Vayer o Soneca, además de algunos porteros como Oláh, Marquitos o Jiaminj.


Esta estrategia tuvo brillantes resultados, pero resultó ciertamente efímera: la veteranía y el esfuerzo exigido en la lucha por la permanencia en V y el posterior intento de retorno a esa legendaria división, pasaron factura en forma de graves lesiones en algunos casos y en el agtamiento final en el resto. 
El resultado en ambos caso era el mismo: la retirada.

***


Precisamente finalizando esta temporada han sido dos notables y veteranos defensores quienes terminaban su carrera:
El jugador de Cracovia, Wojciech Olek y el aragonés Alejandro César.

 
El primero se retira con 42 años. Carismático, tranquilo y justo, llegó recién descendido el Equipo a VI en la T59 proveniente, desde uno de los 3 equipos polacos por los que había pasado.

Alcanzó una mejor actuacion de 6* como Defensa Central contra Zaragoza en el último partido de la T-60, con empate final.


Compartió zaga con sus coetáneos Penha, Navarro y Marquitos...

Olek ha totalizado 51 partidos jugados todos en torno a las 5* y su temporada más completa fue la T61 en la que juega 12 partidos.

Su precio de fichaje es todo un ejemplo del trabajo del Staff: sólo 2.000 euros. 
El Propietario loconsidera "uno de los mejores fichajes de la historia del Club".




Por su parte Alejandro César es uno de los fichajes hispanos que hicieron mella en la aficion, como si se tratara de canteranos. 
 

Su grandeza era comparable al coste de su fichje:1.013.000 euros.

 
Llegó con apenas 32 años en la T54, la segunda temporada del Equipo en V intentando evitar la Promoción. 
El esfuerzo en fichajes, junto a Ostengo, Jagoda e Immerzeel dió su resultado y en la siguiente T55 se alcanzó el 2º puesto, nada menos,  con algunas jornadas incluso en el liderazgo del Grupo. 
César brilló de manera especial, como casi todo el Equipo, que tan sólo alineó en Liga a 13 jugadores en toda la temporada. El éxito se prolonga en la temporada siguiente, T56, en que el Equipo llegaría a una media de más de 7*.

Por su parte el jugador aragonés alcanza nada menos que las 7,5* como central. 

Ha disputado nada menos que 120 partidos y se retira por una grave lesión con más de cuarenta años.


Buen lanzador a balon parado, como goelador consiguió 1 HT en Copa, con dos penalties. Llegó a los 30 goles con el equipo, siendo el relevo de los grandes espacilistas como Majidi y luego Navarro y Salas Guzman.

 
Compartió línea defensiva con otros grandes jugadores de la historia del Club como Neufus, Engler, Chaturvedi y luego con la segunda hornada de defensores como Majidi o Kida u Olek. Una lesión en la T58 y otra en la T60 condicionaron su permanencia coincidiendo con la llegada de Navarro, Penha y posteriormente Salas. Consigue recuperarse y es capaz de volver en la T61 convertido en el perfecto comodín de la zaga.

 
Finalmente esta misma temporada sufre la lesión que le aparta definitivamente del juego.


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