Finaliza la
temporada 46 en la que el equipo ha alcanzado algunos grandes hitos y
ha vuelto a demostrar que pertenece a esta VI división y que es uno
de los equipos a tener en cuenta luchando por el título y
manteniendo las primeras posiciones.
Un comienzo
serio y concentrado, basado en su filosofía de juego al ataque
pronto propició el momento álgido de la temporada con el equipo
líder varias jornadas y alcanzando una clasificación general
cercana al puesto 3.500.
A pesar de
la diferencia de calidad y de edad con otros equipos, se aguantó
durante la primera vuelta entre los puesto de cabeza.
La segunda
vuelta con los rivales sacando los dientes fue mucho más dura, pero
el equipo supo estar en su lugar, ganar los puntos que debía y sacar
imaginación para intentar robar alguno de los que no le pertenecían.
La pareja de entrenadores Gierada-Marsá, cuya colaboración en
contra de lo previsto inicialmente se prolongó durante toda la
temporada, sacó su vena creativa y su gusto por la innovación
apostando por el contraatque y hasta por el clásico 3-5-2 en alguna
ocasión.
Finalmente
tan sólo un punto ha faltado para que el club alcanzara su mejor
clasificación de la historia con el 3er puesto que mantuvo hasta
casi el final y también para igualar los 23 puntos de aquella
temporada 44.
Por otro
lado este trabajo duro y serio mantiene al equipo en VI, donde
seguirá buscando lo mejor, paso a paso y soñando con un nuevo
título. Y quien sabe si hasta la promoción de ascenso. El cielo es
el objetivo.
Y
por último tras esta temporada de duunvirato en el banquillo,
llega el momento de que el veterano Coach Maciej ceda los trastos al
joven, prometedor técnico y mítico jugador Jonás Marsá.
Seguramente, como ya ha ido demostrando esta temporada mantendrá
mucha de la filosofía del míster polaco y la estructura del equipo,
pero aportará nuevas ideas, nuevos métodos y nuevas tácticas.
En
definitiva una nueva visión. Y quizás un nuevo comienzo.
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